El futuro Gobierno del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, retirará las competencias de seguridad a la Oficina de Seguridad Institucional (GSI, por sus siglas en portugués) debido a su vínculo con el aún jefe de Estado, Jair Bolsonaro.
Según ha adelantado ‘Folha de Sao Paulo’, la primera evaluación llevada a cabo por las futuras autoridades brasileñas apunta a que, en los últimos tiempos, se han nombrado a afines a Bolsonaro en el seno del GSI, lo que representa un riesgo para la seguridad del Partido de los Trabajadores (PT), fórmula en la que Lula concurrió a las presidenciales.
Fuentes consultadas por el mencionado diario han informado de que a partir de ahora las competencias de la seguridad del presidente de Brasil recaerán en la Policía Federal y, en concreto, bajo el liderazgo del delegado federal Alexsander Castro Oliveira.
A día de hoy la Oficina de Seguridad Institucional está liderada por Augusto Heleno Ribeiro, reconocido aliado de Bolsonaro y quien en 2019 llegó a afirmar que la dictadura militar en Brasil fue realmente una suerte de «contrarrevolución» que evitó que el país sudamericano se convirtiera en «una gran Cuba».