Guterres, a pocas horas de la COP27 que se celebrará en la localidad egipcia de Sharm el Sheij, ha recordado cómo hace diez años los países desarrollados se comprometieron a aportar a las naciones más pobres del mundo un total de 100.000 millones de euros para 2020 en concepto de ayuda a la protección climática; una promesa que no se ha cumplido.
«No hay forma de que podamos evitar una catástrofe si ambos no alcanza un pacto en este sentido», ha declarado en una entrevista al diario británico ‘The Guardian’. «Ahora mismo», ha lamentado, «todos estamos condenados».
Guterres ha declarado que el mundo se aproxima a una crisis climática «irreversible» y «un daño del que no va a poder recuperarse». «Necesitamos más urgencia, más ambición y reconstruir la confianza entre el norte y el sur del planeta», ha añadido.
«La mitad de la humanidad está en zona de peligro por inundaciones, sequías, tormentas extremas e incendios forestales. Ninguna nación es inmune. Sin embargo, seguimos alimentando nuestra adicción a los combustibles fósiles. Ante todo esto, tenemos una dos opciones: o la acción colectiva o suicidio colectivo.
Está en nuestras manos», ha zanjado.