Los gobiernos democráticos vienen sufriendo un desgaste de seguridad y permeabilidad en el sistema.
Desde políticos que declaran que les quisieron financiar los narcos sus campañas y el silencio cómplice de la fiscalía.
Con la instalación de un nuevo gobierno se abren muchas expectativas en lo que respecta a la seguridad y la ascendencia del narco en las esferas sociales ,comerciales y de niveles de poder.
El nuevo gobierno tiene el mayor desafío que es poner un pare a la guerra en las calles entre las bandas por los territorios.
La seguridad en los barrios de contexto más crítico donde se mezcla la gente trabajadora con esta realidad de deterioro vital en sus vidas,demuestra que el estado no solo viene perdiendo terreno si no que se vio vulnerado con escándalos de pasaportes a narcos uruguayos que operan internacionalmente desde las oficinas misma de la Cancillería y la Presidencia de la República.
Aqui no pasó nada se resumió a renuncias y a sigan que no se aclaró nada.
La Fiscalía duerme a pata ancha los expedientes citatorios y declaraciones controladas para que no digan nada más que lo que lleve archivar una causa o varias.
Heber, Lafluf, Ache, Bustillos ,Delgado, Maciel y el propio Lacalle Pou deberan pasar indefectiblemente por la justicia nuevamente para aclarar más sobre los hechos con la nueva fiscal del caso ya que la acción de la ex fiscal militante nacionalista Fossati debenida en colorada fue claramente un obstaculo en la investigación.
«Me dedique a cuidar al presidente» declaró en donde todos los demás quedamos rehenes de su ineptitud como fiscal para llegar a la verdad.
El narco está en la política y recientemente en nota publicada ayer en nuestro diario el dirigente sindical Sergio Sommaruga declaró que la educación privada está seguramente captada por dinero del lavado de activos. Leer nota aqui https://cutt.ly/qeZm8Lhh
En los últimos cinco años, el narcotráfico en Uruguay ha experimentado cambios significativos, reflejando dinámicas complejas tanto a nivel nacional como regional. Aunque Uruguay ha sido tradicionalmente considerado un país de tránsito para el tráfico de drogas, la situación ha evolucionado. Según informes de la Junta Nacional de Drogas, el consumo de drogas ha ido en aumento, especialmente de la marihuana, que fue legalizada en 2013,el uso de sustancias sintéticas, como el éxtasis y la metanfetamina se multiplicó por tres en este periodo de gobierno. Las incautaciones de drogas han mostrado un incremento, con un aumento notable en la cantidad de cocaína y pasta base decomisada. En 2022, las autoridades reportaron un récord en la incautación de cocaína, evidenciando el creciente papel del país como punto de tránsito para el narcotráfico regional. Además, se ha observado un aumento en la violencia asociada al narcotráfico, aunque en menor medida que en otros países de la región.
A nivel de políticas públicas, el gobierno ha implementado estrategias de prevención y tratamiento que no han sido suficientes , buscando abordar el problema desde un enfoque de salud pública. Sin embargo, la lucha contra el narcotráfico sigue siendo un desafío, con la necesidad de fortalecer la cooperación internacional y mejorar la eficacia de las fuerzas de seguridad para enfrentar las redes criminales que operan en el país.
Estamos con estructuras operativas y de intención muy blandas en la investigación y represión. Esperamos una acción conjunta y depuración real del sistema no alcanza con tener el gobierno, hay que tener el poder.