Historial médico: La necesidad del paciente de ser dueño de sus datos clínicos

La era digital puede permitir la descentralización de información médica de las personas.

Muchas veces, cuando nos encontramos a las afueras de la ciudad donde normalmente vivimos y tenemos una emergencia médica, nos topamos con que el centro de salud más cercano no cuenta con nuestro historial médico y nosotros tampoco. Esa situación puede generar problemas mayores dependiendo de la gravedad de la urgencia que presentamos. Por otro lado, en la última década, el sector salud ha experimentado una digitalización acelerada, impulsada por la inteligencia artificial (IA) y el uso masivo de datos clínicos.

Ese contexto futurista puede abrir las puertas a un nuevo cambio, que no es solo tecnológico, sino que va ligado al lado humano. El nuevo ecosistema de bienestar permite conectar dispositivos médicos o robotizar quirófanos. Así como en muchas partes del mundo ya utilizan la IA para crear equipos multidisciplinares de ingenieros electrónicos, biólogos y médicos trabajando en todo tipo de sensores biomédicos implantables, circuitos integrados específicos para aplicaciones médicas y sistemas ciber-físicos con conectividad inalámbrica segura que son utilizados en el entorno del paciente.

Pero no basta con ir más allá, cuando no se avanza con situaciones elementales y más simples para garantizar o lograr que estas nuevas tecnologías estén al servicio de la dignidad, la privacidad y la equidad. Las nuevas infraestructuras digitales avanzadas pueden comenzar a empoderar a los pacientes de sus propios datos e historial médico para ser utilizados en momentos de emergencias.

La soberanía informacional a través de la tecnología puede llegar a ser la base para lograr la transición de datos propios del paciente y el médico de turno. Porque ya no se trata de almacenar y procesar, sino de definir quién puede ver, usar y modificar qué información, cuándo y para qué.

Varias políticas gubernamentales a nivel mundial ya comienzan a revolucionar el acceso a los datos sanitarios, que implica calidad e interoperabilidad semántica, para que los sistemas comprendan lo que comparten, y consentimiento dinámico, donde el paciente puede modificar en tiempo real los permisos sobre sus datos. Este avance comienza a permitir a los ciudadanos recuperar el control sobre sus historiales médicos incluso a través de tecnologías que antes no estaban disponibles para hacerlo, como son el blockchain o los wallets digitales.

Pero el reto ha dejado de ser únicamente un problema tecnológico; este nuevo paradigma implica decisiones de profundo calado político y jurídico. Además, este nuevo enfoque supone un giro cultural, ya que la medicina pasa de un modelo basado en el dato a otro diferente basado en el vínculo. Por lo que el acceso propio a los historiales médicos puede marcar el comienzo de una salud centrada en el paciente. Para eso se debe garantizar y colocar el foco en el diseño de la estructura del bienestar.

Comparte esta nota:

1 Comentario

  1. Y también el derecho a la privacidad del paciente si no es un integrante del Gobierno La Dra que difundió datos sobre la salud de Mujica deberia ser sancionada por no mantener el secreto profesional

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Últimos artículos de Salud