Ida Vitale, fue el último Gran Premio a la Labor Intelectual (2021) del Inlet y Premio Cervantes (2019). Poeta, traductora, ensayista, profesora y crítica literaria es una de las ultimas integrantes del movimiento artístico denominado «Generación del 45» y representante de la poesía «esencialista».
Inscrita en la tradición de la vanguardia histórica americana, su poesía indaga en la alquimia del lenguaje y establece un encuentro entre una exacerbada percepción sensorial de raíz simbolista, siempre atenta al mundo natural, y la cristalización conceptual en su perfil más preciso.
Estudió Humanidades y ejerció la profesión docente. Colaboró en el semanario Marcha; entre 1962 y 1964 dirigió la página literaria del diario Época.
Empujada por la dictadura se exilió a México en 1974 y, tras conocer a Octavio Paz, este la introdujo en el comité asesor de la revista Vuelta.
Regresó a Uruguay en 1984 donde dirigió la página cultural del semanario Jaque. «Dejamos México cuando acá volvía la democracia y creíamos que era nuestra obligación volver», afirmó Vitale, quien permaneció solo un par de años en Uruguay y luego volvió a emigrar, aunque esta vez a Estados Unidos.
En 1989 se instaló en Austin (Texas) junto a su segundo marido, el también poeta Enrique Fierro, viajando esporádicamente a Montevideo. Fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad de la República en 2010. En Texas permaneció 30 años hasta que en 2016 enviudó y decidió regresar a Montevideo donde reside en la actualidad.
Ha traducido del francés y del italiano a autores como Simone de Beauvoir, Benjamin Péret, Gaston Bachelard, Jacques Lafaye, Jules Supervielle, Jean Lacouture Mario Praz y Luigi Pirandello.
Ha recibido diversos premios, entre ellos Premio Octavio Paz (2009) el Premio Alfonso Reyes (2014) el Premio Reina Sofía (2015), el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2016), el Premio Max Jacob (2017) y el Premio Cervantes (2018 ) que valora «su lenguaje, uno de los más reconocidos en español».