El hombre, poseedor de cuatro antecedentes penales por delitos de suministro y negociación de drogas, así como rapiña, estaba bajo el radar de las autoridades desde el día del crimen. En contra del indagado pesaba, además, una requisitoria por agredir a su pareja.
El homicidio
De acuerdo con la jefatura canaria, sobre las 21:30 horas del 9 de febrero el Servicio de Emergencias 9-1-1 recibió una advertencia sobre la presencia de un hombre tendido en la vía púbica, en las adyacencias de la avenida A la Playa y Rivera, Paso Carrasco.
Efectivos policiales se trasladaron de inmediato al sitio indicado y constataron la situación. Sin embargo, al momento de llegar el joven, al que luego identificaron como una persona de 28 años de edad con un antecedente penal por robo, ya estaba muerto.
Una revisión primaria del cadáver permitió detectar en el mismo la presencia de una herida producida por un arma de fuego en el costado izquierdo de su abdomen.
Las autoridades sospechaban y luego confirmaron que el sitio donde encontraron el cuerpo no fue el mismo donde le quitaron la vida a la persona.
Las investigaciones revelaron que al joven lo mataron en un sitio y su cuerpo lo arrastraron unos 100 metros para dejarlo tirado en el sitio donde finalmente lo encontraron.
Dos formalizados
Finalmente, la Justicia dispuso la imputación del detenido por el delito de homicidio especialmente agravado por premeditación, así como los delitos de violencia doméstica especialmente agravado, tráfico interno de armas de fugo y porte de arma en vía pública. Por estos tipos penales recibió una medida de prisión preventiva por 180 días.
Esta es la segunda persona imputada por este crimen, ya que una semana antes se formalizó a otra persona por el delito de encubrimiento. Se trata de la persona que ayudó a arrastrar el cuerpo hasta el sitio donde se halló al mismo.