Este viernes se inauguró una nueva Sala con 60 piezas de Máscaras de diversos Carnavales Latinoamericanos en el Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI) de la Intendencia de Montevideo. El acto, con la presencia de Facundo de Almeida el Director del MAPI, el coleccionista y propietario de las piezas, Claudio Rama, y del nuevo Director de la Comisión de Patrimonio Cultural, Marcel Suarez. También estuvieron presentes las embajadoras de Panamá y Perú.
Almeida informó que con esta apertura se concluyó un largo trabajo de varios años de arreglo, preparación física y museística del amplio espacio donde se alberga en forma permanente una parte de la Colección de Máscaras etnográficas de América Latina de Rama y que se abre al público.
La nueva Sala de Carnaval está conectada con la Sala Permanente inaugurada en diciembre pasado, con lo cual se alcanza a más de 550 piezas museísticas y etnográficas que se exponen, de una colección con más de 850 piezas se informó. La inauguración se articula a la festividad del Carnaval que se realiza antes de la Cuaresma y que es una de las fiestas de jolgorio y divertimento con máscaras, desfiles y disfraces más importantes en diversos países de la región, y especialmente de Uruguay, y muy distante de su antiguo sentido religioso, así como incluso de su génesis que se remonta a las fiestas rurales de las cosechas o siembras.
La exposición muestra la diversidad del Carnaval, introducido por la colonización española, y que en algunos países se articuló con las fiestas andinas prehispánicas. En la región, afirma Rama en el texto de la presentación, los Carnavales tienen una mayor relevancia en unos países que en otros, e incluso en algunos se utilizan máscaras y en otros no.
En la nueva Sala de Máscaras Latinoamericanas en el MAPI se pueden observar piezas del Entierro del Carnaval de Guichón y Cardona en Uruguay. También piezas del entierro de la Sardina como fin del Carnaval de Ponce, Puerto Rico; del Carnaval de influencia africana donde dominan animales (Monte Cristi, Santiago o Barranquilla), del Carnaval de origen europeo con máscaras de blancos (como en Tlaxcala, Potrerito, Olinda, Marañao o Hidalgo). También destacan en la nueva Sala, máscaras del Carnaval cimarrón de influencia rural cuyas piezas son hechas con materiales rústicos y naturales (como el Carnaval de Cotui, La Joya o San juan de la Maguana de República Dominicana) o el Carnaval Marino donde el centro son los monstruos marinos (en las ciudades de Rio San Juan, Ponce o Loiza). Algunas expresiones de máscaras también carnavalescas con la presencia del Diablo como las Diabladas de Oruro, Salta, Tirana y Puno, también están exhibidas y se pueden apreciar en los espacios de Diablos en la Sala Permanente continua ya inaugurada. En la ocasión el Director de Patrimonio se refirió a que lo primero que encontró en su escritorio es el voluminoso expediente muy detallado del inventario de la reciente solicitud de declaración de la Colección como Patrimonio que fue presentada por Claudio Rama hace unas semanas y que su antecesor Rey le refirió especialmente en la primera reunión.
La muestra es invaluable, toma toda la producción en latino américa y la cuida, promueve y presenta. Claudio Rama hace un gran aporte al conocimiento de los catálogos de máscaras en el mundo.
Ricardo Cuya-Vera