De acuerdo con el medio argentino Nova Entre Ríos, la doga iba dentro de un camión matriculado en Paraguay que transportaba maíz a granel en el que iban dos ciudadanos de nacionalidad paraguaya y cuyo destino final era Uruguay.
La incautación ocurrió en el momento en el que el camión se acercó al cruce fronterizo. Allí, las autoridades aduaneras le solicitaron al chófer que pasara el vehículo por el escáner, cosa que hizo. Al visualizar las imágenes los agentes de la Dirección General de Aduanas-AFIP notaron irregularidades, por lo que solicitaron ayuda a un binomio (perro aduanero y guía a su cargo) para revisar el cargamento a fondo.
El can, tras olisquear el semirremolque, marcó el punto donde, al revisarlo, se descubrió un compartimiento lo que dio lugar a un control más completo por parte de las autoridades. En ese momento, una mujer que acompañaba al chófer y que sería pareja del mismo, se desmayó.
Tras realizar un chequeo los agentes encontraron un doble fondo en el piso del acoplado donde se encontró un total de 87 ladrillos de cocaína con un peso de un kilo cada uno.
Los funcionarios de Aduana se comunicaron con el Juzgado Federal de Concordia, quien dispuso la detención tanto del chófer del camión como de la mujer que lo acompañaba. Asimismo, el vehículo quedó decomisado.
Las autoridades argentinas tasaron el precio de la mercancía ilícita en torno a los 1.3 millones de dólares.