Aunque -como ella misma decía- tenía el alma y el corazón de una adolescente, a los 102 años ha fallecido Iris Apfel. Nacida en la zona de Queens en Nueva York, ella fue influencer, modista, modelo, diseñadora de joyería y diseñadora de interiores, labor en la que alcanzó mayor reconocimiento al convertirse en la decoradora principal de la Casa Blanca entre las administraciones de Harry Truman y Bill Clinton, a través de la compañía que fundó junto a su esposo: One World Weavers.
Su visión creativa estaba regida por el maximalismo, bajo el lema ”más es más y menos es aburrido”. Aunque toda su vida estuvo volcada a la creación y la búsqueda de la innovación, el reconocimiento mediático le llegó en un momento que para las mentes convencionales significaría tarde: a los 83 años; sin embargo, para Iris, era apenas el momento perfecto.
Fue gracias a un homenaje que le hizo el MET de Nueva York a través de la exposición titulada Rara Avis, una mirada retrospectiva sobre todo su trabajo en el mundo del diseño. Y a partir de ahí, su fama solo se hizo más grande: se convirtió en la modelo más longeva en firmar con una agencia internacional como IMG, lanzó un autobiografía en forma de libro para colorear, algunas colecciones de muebles y piezas textiles y su cuenta de Instagram le atrajo más de 3 millones de seguidores, espacio donde además era una usuaria recurrente.
Como ella misma decía: ”para mi el retiro es un destino peor que la muerte”, y bajo esa premisa trabajó hasta el último día de su vida en su mansión de Palm Beach, en Florida. No se han develado las causas de su deceso.