La artista multidisciplinaria uruguaya, Giovanna Gil Alves, cuya obra abarca la pintura, el dibujo, la cerámica y la ilustración, desembarcó en la sede de la Asociación General de Autores del Uruguay (AGADU) en Montevideo (Canelones 1122) para inaugurar su exposición de arte llamada “Visualmente Incorrecto”.
El evento se llevó a cabo el pasado 11 de junio; allí la autora en ascenso con más de 100 mil seguidores en Instagram busca “desafiar la percepción” con esta muestra multifacética. La exposición estará disponible al público hasta el 11 de agosto de 2025 en AGADU e invita a los visitantes a realizar un recorrido a través de la evolución creativa de Gil Alves.
La artista explica a Diario La R que la exposición se articula en tres momentos clave: el primero, “Cubismo Vivo”, una inmersión en la reinterpretación personal y actual que Gil Alves hace del cubismo, demostrando su habilidad para infundir vitalidad y contemporaneidad a esta corriente histórica”.
Luego se encuentra, “404: Humanidad No Encontrada”, un espacio de profunda reflexión y denuncia social. A través de pinceladas sensibles y colores potentes, la artista aborda sin filtros la migración, la indigencia y la marginalidad, visibilizando realidades a menudo ignoradas”. Finalmente, “Cultura Chicle”, una vibrante exploración del arte pop, fusiona lo lúdico con lo crítico, presentando obras dinámicas y llenas de color que reflejan su versatilidad y aguda observación de la cultura popular.
Giovanna Gil Alves, que además tiene alcance internacional y obras que han sido declaradas de interés cultural por el Ministerio de Educación y Cultura, asegura que el origen de esta exhibición “comenzó en marzo, cuando recibí la invitación de AGADU para ser parte, no lo dudé ni un segundo y sentí que era el momento. Esta es mi primera muestra oficial en Uruguay, mi tierra, y eso tiene un valor enorme para mí”, puntualizó la artista.
“La propuesta creció con fuerza, y quiero agradecer profundamente a Sonia Fontans, la curadora de esta exposición, por sumarme sin dudarlo, por confiar en mi obra y en mí como artista”. En lo personal, asegura sentirse agradecida por la oportunidad de poder mostrar su trabajo dentro del país, después de una larga búsqueda. “Me siento un poco movilizada; fue un camino intenso, con nervios, decisiones, logística y emoción. Mostrar mi obra en mi país, en una muestra oficial, fue algo que esperé mucho. Y cuando pasa es difícil ponerlo en palabras”, detalló la entrevistada.
En cuanto a la exposición, en total son más de 33 obras y más de 12 dibujos. “Me hubiese encantado mostrar más, pero el espacio tiene sus límites y lo que se tiene que mostrar también”, resaltó la artista, a su vez que agregaba con optimismo que “ya va a haber otras oportunidades para ocupar miles de salas”. “Esto recién comienza”, pronosticó.
Por otra parte, asegura que busca generar en las personas que ven sus obras: “emoción”. “Quiero que cada cuadro, cada color, cada trazo despierte algo: una pregunta, un recuerdo, una sensación. No busco que todo se entienda, pero sí que se sienta”. “Que realmente vean lo que muchas veces ignoramos”, explicó.
“Con ‘404: humanidad no encontrada’, quiero poner sobre la mesa temas que están ahí todos los días, pero que pasamos por alto: la indigencia, la pobreza, el abandono. Busco que las personas se detengan, que incomode si tiene que incomodar. Porque la belleza del arte no siempre está en lo ‘lindo’, sino en lo que te atraviesa, lo que te sacude y no te deja igual”, mencionó.
En esa misma línea, realizó una reflexión y dijo: “Vivimos en un mundo donde muchas realidades quedan invisibilizadas, donde es más fácil mirar para otro lado. Con estas obras quiero que nos enfrentemos a eso, a la parte dura, a la que no sale en las fotos bonitas, pero que existe”.
Finalmente, aprovechó el espacio para agradecer a todas las personas que trabajaron a su lado para que su primera presentación oficial en Uruguay estuviera a la altura de las expectativas: “Todo esto no fue solo mío, sola no hubiera podido.
Detrás hubo un equipo humano y profesional impresionante, que cuidó cada detalle con amor y entrega”.
“Desde las mozas hasta la vajilla, los aromas del espacio, el montaje, el sonido, el violín en vivo que nos envolvió esa noche, la prensa que ayudó a comunicar, los fotógrafos que registraron cada instante, el maquillaje y la indumentaria. Esto fue mucho más que una exposición: fue un encuentro, una celebración de mi camino como artista y del arte en Uruguay”, cerró.