La Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por el chavismo, ha formalizado este jueves el nombramiento de la nueva embajadora en España, Coromoto Godoy, una «victoria» para el Gobierno de Nicolás Maduro tras una etapa de bicefalia política que los diputados han considerado un «esperpento». El pleno del Parlamento elegido en 2020, en unos comicios puestos en cuestión por parte de la comunidad internacional, ha realizado un breve debate sobre el nombramiento de Godoy, que ya había sido avalado en comisión y que llega tras la designación por parte de España de su propio embajador en Caracas.
Los diputados han aprobado a mano alzada el nombramiento, tras un par de turnos de palabra en los que el legislador Saúl Ortega, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), ha enfatizado la «significación» de este hito.
Para Ortega, se trata de «una victoria para la política de paz de Maduro», de «una victoria de la resistencia el pueblo venezolano» frente a los gobiernos que «en mala hora» decidieron reconocer el «esperpento» del gabinete del opositor Juan Guaidó, que en enero de 2019 se autoproclamó ‘presidente encargado’ del país sudamericano. En la misma línea se ha expresado el diputado Óscar Rondero, que ha enfatizado en que el de Maduro es «el único gobierno que ejerce del poder en Venezuela». La Asamblea Nacional elegida en 2020 sería también «la única legítima», en contraposición con la de finales de 2015, que sigue operando de forma paralela aunque sin poderes fácticos.
Rondero ha aplaudido que España haya «corregido» su postura y confía en que el nombramiento mutuo de embajadores sirva a los ciudadanos de ambos países en materia de atención consular o en gestiones burocráticas. Godoy, que ya tiene experiencia en otras embajadas, ya ejerce como representante de Maduro en España y ha participado en varios encuentros estos días en Madrid con motivo de la Feria Internacional del Turismo, Fitur 2023. Hasta este intercambio de nombramientos, España y Venezuela mantenían relaciones a nivel de encargados de negocios.