El análisis realizado por Ernesto Nieto, director de la consultora salteña Ágora, plantea un panorama electoral reñido para las próximas elecciones departamentales en Uruguay, especialmente en los departamentos de Salto, Soriano y Lavalleja, que se perfilan como los más competitivos. Según las estimaciones de Nieto, el Partido Nacional (PN) tendría grandes probabilidades de obtener entre 13 y 15 intendencias, mientras que el Frente Amplio (FA) podría alcanzar entre 3 y 5, y el Partido Colorado (PC) retendría una, en particular la de Rivera.
El especialista señala que, aunque en varios departamentos el resultado aún es incierto, lo que más destaca es el «desgaste electoral» que ya se empieza a sentir. Nieto advierte sobre una creciente saturación de los votantes, resultado de una campaña electoral extensa que comenzó con las internas de junio de 2024. Este desgaste afecta tanto a los actores políticos, que enfrentan mayores dificultades, como a los ciudadanos, que perciben menos recursos disponibles para la campaña.
Salto y Soriano: Los Departamentos en Disputa
Uno de los puntos más destacados del análisis se centra en Salto, donde, según Nieto, se prevé una contienda abierta y marcada por un alto número de votantes indecisos, que definen su voto en los últimos días previos a la elección. En cuanto a Soriano, el escándalo de la gestión de Besozzi ha alterado las perspectivas. Antes del incidente, el PN llevaba una ventaja considerable, pero ahora la competencia se ha reconfigurado y está mucho más equilibrada.
En cuanto a otros departamentos clave, Nieto proyecta que Nicolás Olivera repetirá como intendente en Paysandú, mientras que en Maldonado, el PN mantendría su dominio. Por otro lado, el Frente Amplio tendría buenas probabilidades de retener la intendencia en Río Negro, mientras que en Lavalleja el resultado sigue siendo incierto.
Más allá de los resultados específicos, Nieto también critica la extensión del proceso electoral en Uruguay. El especialista señala que las campañas largas contribuyen a «posturas confortativas», lo que prolonga la confrontación y genera un desgaste considerable tanto en los votantes como en los partidos. Por ello, propone revisar el calendario electoral y optar por períodos más cortos para los procesos electorales a nivel nacional, departamental y municipal.
En resumen, el escenario electoral se presenta lleno de incertidumbres y tensiones, con una competencia estrecha en varios departamentos clave, pero también con una clara preocupación por los efectos del agotamiento de los actores políticos y la ciudadanía, que podría afectar el desarrollo de las campañas y la participación en las urnas.