La industria alimenticia alemana alerta del peligro de vetar los suministros de gas ruso

Muchas empresas, por razones ambientales, pasaron su producción del petróleo al gas.

El embargo al suministro de gas ruso a Alemania causaría interrupciones en la labor de la industria alimenticia alemana, declaró Guido Zeitler, presidente del sindicato de esa rama Nahrung Genuss Gaststätten (NGG).

«La interrupción del suministro de gas tendría repercusiones masivas para los productores de alimentos. En Alemania, la industria alimenticia ocupa el segundo lugar en términos de consumo de gas después de la industria química», dijo Zeitler en una entrevista con el grupo de medios ‘Funke’. El líder sindical también advirtió que la falta de suministros provocaría interrupciones en la producción. «No vamos a sufrir hambre por ello, pero eso provocaría grandes interrupciones en la producción, que los consumidores sentirán en las tiendas», precisó el jefe de NGG.

Zeitler agregó que muchas empresas, por razones ambientales, pasaron su producción del petróleo al gas, y «no resultará fácil» invertir ese proceso. El aumento del costo de producción afectará principalmente a las medianas y pequeñas empresas, según Zeitler, «algunas de las cuales se verán obligadas a cerrar sus negocios».

En marzo pasado, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció que los países a los que Moscú considera «hostiles», entre ellos los 27 miembros de la Unión Europea, tendrán que pagar en rublos por el gas y pidió al Banco Central y al Gabinete de Ministros determinar el procedimiento para realizar esas transacciones. La iniciativa se presentó después de que esos países impusieran numerosas sanciones individuales y sectoriales a Rusia en respuesta a su operación militar en Ucrania.

Según el decreto presidencial, las empresas de los países «hostiles» tienen que solicitar en el banco ruso Gazprombank (fundado por la compañía rusa Gazprom) la apertura de las cuentas en rublos, a dónde podrán dirigir los fondos para pagar por el gas en sus monedas nacionales, tal y como lo estipulan los contratos actuales, y el banco, a su vez, las convertirá en rublos según el cambio de la Bolsa de Moscú. El líder ruso recalcó que su país seguiría cumpliendo con sus contratos a rajatabla, con los volúmenes y los precios establecidos.

El Grupo de los Siete (o G7, que está integrado por Estados Unidos, Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) y la Comisión Europea rechazan la demanda rusa de pagar por los recursos energéticos en rublos, y creen que se trata de un incumplimiento unilateral de los contratos, así como de un intento de evadir las sanciones.

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