La inseguridad se mete en la campaña

La agenda de temas de campaña muta inmediatamente cuando un suceso diario de violencia criminal acontece.

Previsto que la elección de fines de octubre donde quedará constituido nuestro poder legislativo para el periodo 2025/2030 y que decantará seguramente en una segunda vuelta para definir quién será  el presidente de la República para ese mismo periodo ,él tema inseguridad ciudadana se mete en el debate.

En ese aspecto la  percepción de inseguridad tiene un impacto significativo en la participación ciudadana en las elecciones, y su influencia puede manifestarse de varias maneras:

Cuando los ciudadanos sienten que su seguridad está amenazada, pueden volverse apáticos respecto a su participación electoral. La sensación de incertidumbre y miedo puede llevar a la desconfianza en el sistema político, haciendo que las personas se sientan menos inclinadas a ejercer su derecho al voto.

La inseguridad puede cambiar las prioridades de los votantes. Si la percepción de inseguridad es alta, los ciudadanos tienden a focalizarse en candidatos o partidos que prometen soluciones efectivas para la seguridad, desplazando otros temas importantes como la economía, la educación o la salud.

En algunos casos, la percepción de inseguridad puede generar un aumento en la movilización social. Grupos comunitarios y organizaciones pueden surgir para exigir medidas de seguridad, lo que a su vez puede incentivar a las personas a participar en el proceso electoral, buscando elegir representantes que aborden sus preocupaciones.

Una alta percepción de inseguridad puede erosionar la confianza en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad, incluidas las fuerzas policiales y el sistema judicial. Esta desconfianza puede llevar a una mayor frustración con el proceso político y, en consecuencia, a una menor confianza en la contienda  electoral.La percepción de inseguridad puede llevar a los candidatos a centrar sus campañas en temas de seguridad, utilizando esta preocupación como un eje central para atraer votantes. Esto puede influir en la narrativa electoral y en la forma en que se estructuran los debates y propuestas.

La percepción de inseguridad puede ser un factor determinante en la participación ciudadana en las elecciones, afectando tanto la motivación para votar como las prioridades de los votantes. Los políticos y partidos deben tener en cuenta estas dinámicas para abordar adecuadamente las preocupaciones de la ciudadanía y fomentar una mayor participación en el proceso electoral.

Los resultados de gestión muy cuestionados desde el aspecto de medición pública,en este tema expone al gobierno a una crítica muy marcada en el discurso del FA.

La seguridad se va robando la atención de la agenda.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Últimos artículos de Opinión

Cómo sigue en Venezuela

Nicolás Maduro está decidido a gobernar “por las malas”, mientras la oposición parece orientarse hacia el