La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha vuelto a detectar una nueva variante de covid-19 que podría revertir la situación de descensos de casos en algunas partes del mundo. Combinando propiedades de Delta y Omicron, a esta novedosa amenaza se le ha colocado el nombre coloquial de Deltacron.
«Tenemos conocimiento de esta recombinación. Es una combinación de delta AT.4 y ómicron BA.1», ha señalado una de las epidemiólogas líderes de la OMS, Maria van Kerkhove. En la rueda de prensa llevada a cabo de Ginebra, cuando se cumplen dos años desde que el director de la institución Tedros Adhanom saliese a la palestra para confirmar que el coronavirus había pasado a fase de pandemia, esta última noticia vuelve a levantar las alarmas de todo el mundo. Sobre todo porque se consideraba que la etapa más cruda del covid-19 ya había quedado atrás, gracias en parte a la alta inmunidad adquirida a través de los múltiples contagios por ómicron entre finales de 2021 y principios de 2022, Deltacron podría así crear una nueva y preocupante ola.
«Hemos detectado casos de la nueva cepa en Francia, Países Bajos y Dinamarca», ha mostrado la OMS al tiempo que remarcaba que, de momento, «a niveles muy bajos» pero aún con estudios por delante para detectar sus características y posible alcance, la institución ha dejado claro que seguirá monitorizando su incidencia.
Un seguimiento que la el propio Tedros Adhanom ha pedido mantener, mostrando su preocupación por el hecho de que muchos países reduzcan drásticamente las pruebas diagnósticas. «Esto inhibe nuestra capacidad para ver dónde está el virus, cómo se está propagando y evolucionando», ha señalado. Todo al tiempo que se cumplen dos años desde el decreto de la pandemia, con una cifra de fallecidos oficial que ronda los 6 millones en todo el mundo, y una situación que ha cambiado por completo la sociedad del siglo XXI. Ya lejos de la etapa más dura, Deltacron aparece como una nueva amenaza que sigue recordando que «aún hay mucho camino por recorrer».
