La transformación del interior con la llegada de la Udelar

Un estudio publicado como documento de trabajo por The National Bureau of Economic Research (NBER), analiza los efectos del proceso de descentralización de la Universidad de la República (Udelar) en el interior del país. El portal de Udelar señala que entre sus hallazgos más relevantes, el trabajo concluye que entre las personas menores de 30 años que habitan donde hay sedes universitarias, esta política aumentó la matriculación en un 37% (relativo al promedio antes de la llegada de la Universidad a las distintas localidades que era de 1.1%).

El trabajo se titula Schooling and Intergenerational Mobility: Consequences of Expanding Higher Education Institutions (Escolarización y movilidad intergeneracional: Consecuencias de la expansión de las instituciones de enseñanza superior) y fue incluido en los Working Paper Series del NBER en noviembre de 2023. Fue realizado por Noemí Katzkowicz y Martina Querejeta, investigadoras del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República (FCEA-Udelar), conjuntamente con Victor Lavy (Universidad de Warwick Coventry, Reino Unido, y Universidad Hebrea de Jerusalén, Israel) y Tatiana Rosá (Pontificia Universidad Católica de Chile). Este estudio se llevó adelante durante tres años, con el apoyo financiero y científico de la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Las ciudades con sedes de la Udelar consideradas fueron Maldonado, Rocha, Paysandú, Salto, Tacuarembó y Rivera. Para cada una de estas se tomó un punto de inflexión en el período estudiado: «llevamos a un mismo momento cero a todas las localidades que abrieron una sede o que tuvieron una expansión considerable en la oferta existente. Entonces comparamos la matrícula desde 2002 hasta este año y a posteriori hasta 2020», explicaron Katzkowicz y Querejeta al portal Udelar.

En primer lugar, «encontramos que entre las personas menores de 30 años de las localidades donde se instalaron sedes, la expansión de la Udelar en el interior aumentó la matriculación en un 37% (relativo al promedio antes de la llegada de la Universidad a las distintas localidades que era de 1.1%)», indicaron.

Otra de las conclusiones importantes del estudio es que esta política tuvo efectos diferenciados en estudiantes procedentes de entornos menos favorecidos: «por un lado aumentó la matriculación de quienes finalizaron educación secundaria en localidades donde se abrieron sedes universitarias y además, aumentó aún más para las personas que son primera generación de universitarios en su familia», plantearon. Si se considera el ratio entre el total de estudiantes y quienes son primera generación de universitarios, -una relación que la Udelar viene siguiendo en sus estadísticas-, «vemos que la creación de nuevos campus aumentó en 6 puntos porcentuales la proporción de estudiantes que son primera generación».

Además, las autoras observaron que en el período analizado la tasa de egreso de toda la población universitaria -que mide cuántos estudiantes se graduaron cinco años después de haberse inscripto- no presentó aumentos ni caídas. «A veces a nivel académico o político se discute sobre qué pasa cuando se expanden ciertos servicios, por ejemplo de educación, a un gran conjunto de la población. Se sostiene que probablemente ese aumento se pueda traducir en peores indicadores. Lo que mostramos es que en este caso no tenemos ningún efecto, eso no se tradujo en peores indicadores educativos, no hubo menores tasas de egreso. Por tanto, podemos inferir que quizás no existieron mayores tasas de abandono, si bien no medimos directamente el abandono».

La investigación también comprobó que «los efectos sobre la matriculación total se extienden a localidades situadas hasta 30 km del nuevo campus, y el impacto disminuye a medida que nos alejamos».

Otro hallazgo a destacar de este trabajo se relaciona con la cantidad de estudiantes que finalizan la educación secundaria. Esta aumentó en 1.086 personas durante los seis primeros años tras la implantación del programa (relativo al promedio antes de la llegada de la Universidad a las distintas localidades que era de 2762). Además, en los lugares de referencia también creció un 25% la cantidad de jóvenes entre 15 y 18 años que asisten a la educación media (relativo al promedio antes de la llegada de la Universidad a las distintas localidades que era de 4412).

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Últimos artículos de Sociedad