Una de las áreas más notables de avance en la odontología es la digitalización de los procedimientos. Desde la planificación de tratamientos hasta la ejecución, la tecnología digital ofrece precisión inigualable, reduciendo los márgenes de error y mejorando los resultados estéticos y funcionales.
Uno de esos avances que se usa con frecuencia en la odontología es la impresión 3D; permite la creación de prótesis dentales, férulas, alineadores transparentes y más, con una adaptación y comodidad sin precedentes para el paciente.
Gracias a la realidad aumentada y la simulación digital, los dentistas ahora pueden mostrar a los pacientes los posibles resultados de tratamientos cosméticos o reconstructivos antes de comenzar, aumentando la confianza y satisfacción del paciente.
Por otro lado, la inteligencia artificial (IA) está empezando a desempeñar un papel destacado en la detección temprana de enfermedades bucales, incluyendo caries y enfermedades periodontales. Mediante el análisis de grandes cantidades de datos, la IA puede identificar patrones que podrían pasarse por alto en exámenes convencionales, permitiendo intervenciones más tempranas y menos invasivas.
A estas dos innovaciones se le suma la calidad de los materiales y la evolución de los mismos, que permite no solo mejorar la durabilidad y estética de los tratamientos dentales, sino que también se enfocan en ser más biocompatibles y sostenibles. Por último, la personalización de los tratamientos; este enfoque está permitiendo terapias adaptadas a la genética individual de cada paciente, lo que mejora significativamente las tasas de éxito y reduce los riesgos de rechazo en procedimientos como los implantes.