Con el objetivo claro de obtener un dictamen favorable el gobierno de Argentina liderado por el presidente Javier Milei, aceleró las negociaciones con la oposición por la denominada Ley Ómnibus, aunque no tiene previsto cambiar la estrategia de diálogo con el resto de los bloques parlamentarios, a pesar de los reclamos de un sector de la Unión Cívica Radical (UCR).
Con apenas 38 diputados propios, Javier Milei debió ceder en varios puntos centrales de la iniciativa con el objetivo prioritario de conseguir la declaración de emergencia económica con delegación de facultades por al menos un año.
Los cambios que planteó el presidente Javier Milei, tanto con el DNU y la Ley de Ómnibus denominada «Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos», generaron mucho revuelo principalmente en las áreas que se vieron mayormente afectadas.
Las reformas explayadas en sus 664 artículos están vinculadas a temas de emergencia económica, fiscales, previsionales, electorales, reorganización administrativa, justicia, ambiente, turismo, deporte, salud pública, infraestructura, servicios y la criminalización de la protesta, pero el panorama es incierto y más cuando el 31 de enero el senado tiene que tener una respuesta ante esta solicitud del ejecutivo.
Por el momento, en la Cámara de Diputados la oposición sigue esperando la respuesta del Gobierno a sus solicitudes para revisar las partes del paquete de proyectos vinculadas a la jubilación y a las retenciones. Pero todo parece indicar que se esperará la llegada de Javier Milei al país para tomar una decisión.
Mientras tanto gobernadores, gremialistas y legisladores de Unión por la Patria (UP) se reunirán para planificar la jornada del paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para el próximo 24 de enero. El encuentro servirá además para unificar posiciones y afinar el lápiz respecto a la ley ómnibus y al mega decreto de necesidad y urgencia (DNU) impulsados por Javier Milei.