El Ministerio de Defensa Nacional (MDN), el Instituto Antártico Uruguayo (IAU) y la Universidad de la República (Udelar), firmaron un acuerdo de licenciamiento con la empresa biotecnológica Antarka (ex DNAzyme), con el objetivo de transferir tecnología basada en bacterias recombinantes productoras de enzimas reparadoras del ADN. El proceso de producción de estas enzimas, llamadas fotoliasas, fue desarrollado por la Dra. Susana Castro y el Dr. Juan José Marizcurrena con el respaldo financiero de CSIC-Udelar y ANII, a partir de genes de bacterias antárticas recolectadas en 2008. La Unidad de Propiedad Intelectual de Udelar gestionó la protección mediante patentes en Estados Unidos, Brasil y Uruguay, y el depósito internacional de cepas bajo el Tratado de Budapest.
Según informaron, Antarka, cofundada por el Dr. Marizcurrena con inversión de GRIDX, planea comercializar estas enzimas como ingredientes para productos cosméticos innovadores. Este acuerdo incluye a su vez, regalías para Udelar y IAU, y prevé continuidad en la colaboración científica a través de nuevas instancias de financiamiento.
La Ministra Sandra Lazo, destacó que “creo que el significado va mucho más allá de la firma, es un día de celebración porque tiene que ver con continuar derribando cualquier tipo de falla que se pueda colocar entre lo que es la institucionalidad y lo que es la mirada estratégica a través de la academia, por lo tanto de la sociedad toda, es darle un valor estratégico”. Además, expresó que “abrir puertas a la investigación es abrir puertas al futuro, es abrir puertas estratégicas que trascienden las fronteras. La ciencia, la investigación, nuestra Universidad de la República, pero también el componente de la sociedad, el ámbito privado, cobran un valor estratégico a la hora de proyectarnos como nación hacia el futuro y trascender esas fronteras”.
Por su parte el rector interino de la Udelar, Dr. Álvaro Mombrú, manifestó que “es un gusto estar aquí, por muchísimas razones, porque hoy es una de las evidencias de que el trabajo científico puede y da resultados a una sociedad tan solo se le tenga paciencia, financiamiento y se apueste a él. Realmente, en el día de hoy, con la firma de este licenciamiento, con esta iniciativa científica nacida desde la Antártida, hace muchos años, cuando el profesor Juan Cristina comenzó a trabajar llevando contingentes científicos a la Antártida, seguramente soñaba con que un día iba a ocurrir algo como esto”.
El presidente del IAU, contralmirante (R) Daniel Núñez, expresó que “desde el Ministerio de Defensa y me atrevo a decir desde el Instituto Antártico, lo único que pretendemos ahora es apoyar más y mejor a los científicos, a nuestros investigadores, ese es nuestro objetivo”.
Finalizando la ceremonia, el representante legal de Antarka, Stefano Valdesolo, dijo en su discurso que “estamos muy contentos, es un proceso que empezó hace mucho tiempo, liderado por un montón de personas que forman parte de instituciones como las que ustedes representan, pero también hay un equipo detrás de científicos, que estuvo involucrado mucho tiempo y dedicándole la vida entera prácticamente a esto” y agregó que “hoy estamos acá celebrando este contrato y ojalá que sea el primero de muchos otros que vengan al futuro, así que gracias por la confianza.
Las fotoliasas
Las fotoliasas reparan eficazmente el daño causado por la radiación ultravioleta (UV), relacionado con enfermedades como el cáncer de piel. Su producción recombinante permite obtener enzimas de alta pureza y estabilidad, ideales para aplicaciones cosméticas con propiedades protectoras del ADN.
“Las enzimas son proteínas que realizan reacciones químicas y se utilizan en muchos procesos industriales, desde la fabricación de alimentos hasta la producción de medicamentos”. La importancia de este descubrimiento se debe a que muchas de las enzimas comerciales actúan a temperaturas elevadas, lo que implica un gasto energético que se traduce en mayores costos de producción.
En la búsqueda de enzimas que funcionen a bajas temperaturas el grupo de investigación utilizó como aproximación la “metagenómica funcional”: una disciplina que se basa en obtener ADN de una comunidad de microorganismos de interés, el ADN metagenómico, que luego se introduce en una bacteria hospedera de laboratorio. Una vez realizado este proceso, se buscan las bacterias que hayan adquirido una nueva característica como resultado de la información contenida en el ADN introducido.
Con este abordaje se pueden identificar enzimas nuevas con propiedades especiales como el funcionamiento a bajas temperaturas. Según informaron no siempre es capaz de reconocer la información del ADN metagenómico y expresar las proteínas, o puede que las proteínas generadas no sean funcionales. Entonces, en este estudio evaluaron dos bacterias Pseudomonas de la Antártida como posibles hospederos alternativos para aproximaciones de metagenómica funcional. Estas Pseudomonas, acostumbradas a vivir a bajas y muy bajas temperaturas, demostraron ser útiles para expresar genes de otros organismos y producir proteínas. Usando herramientas de biología sintética, lograron probar con éxito varios de los requisitos que debe cumplir un hospedero alternativo.
Esta investigación abre nuevas posibilidades para identificar y utilizar enzimas psicrófilas (que funcionan a bajas temperaturas) en industrias como la farmacéutica, la alimentaria y la ambiental.