La campaña Pirotecnia Cero busca concientizar acerca de los perjuicios que genera la pirotecnia en personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y en animales domésticos.
Las primeras organizaciones que comenzaron a alertar sobre esta problemática eran colectivos vinculados al tema del TEA y grupos ambientalistas y animalistas.
Estas iniciativas lograron el primer cambio normativo, el Departamento de Rio Negro fue el primero en prohibir la pirotecnia sonora en el año 2020. Hoy son nueve los Departamentos (incluyendo Montevideo) que han regulado de diferentes formas su uso. Hay lugares en donde se restringe la venta y otros en donde se miden los decibeles.
A partir de este primer cambio las diferentes organizaciones conformaron la Coordinadora Pirotecnia Cero con el objetivo de aunar fuerzas en torno a la concientización sobre esta temática y sus consecuencias. La Intendencia de Montevideo aprobó una normativa que entró en vigencia en el mes de febrero de este año y que en estas fiestas se podrá medir su impacto por primera vez.
Diario La R conversó con Andrés Pérez, activista de esta causa, quien nos habló del trabajo de la coordinadora Pirotecnia Cero: “nosotros somos un grupo que trabaja por la limitación o prohibición del uso de la pirotecnia sonora de alto estruendo y de la pirotecnia en general, estamos planteando la limitación o la eliminación del uso de la pirotecnia teniendo presente el daño que le hace tanto a los animales, al medio ambiente como a las personas” expresó.
Pérez, que también es miembro de Fundatea (organización que trabaja con niños con Trastornos del Espectro Autista) nos comenta acerca del daño que la pirotecnia provoca en esta población y otras vulnerables: “los estruendos les causan desorientación, malestar y dolores de cabeza y sufrimiento”. El activista destaca la importancia de los primeros cambios legales y su poder de réplica: “ese impulso que se dio a partir del caso de Río Negro sirivió de disparador para que otras intendencias se fueran sumando hasta llegar a la Intendencia de Montevideo”, dijo.
Pérez nos cuenta acerca del trabajo de la coordinadora y sus primeros frutos: “fuimos solicitando audiencias, dando entrevistas y se fue haciendo esa bola de nieve”.
Hoy existe un proyecto de ley sobre pirotecnia que se encuentra en estudio parlamentario con media sanción en la Cámara de Diputados. Más allá de los cambios legales la población fue tomando conciencia sobre el tema en buena parte gracias a la difusión de información por parte de la coordinadora: “creo que en la medida que fue pasando el tiempo ha ido haciendo conciencia en la gente y uno lo puede ver circulando por la calle en los días previos a las fiestas con menos puestos callejeros de ventas”.
Para Pérez la clave es entender y tener en cuenta al otro: “lo que tenemos que hacer es tratar de empatizar con el otro, con las personas que tienen algún tipo de discapacidad, los bebés, personas mayores y mascotas” reflexionó Pérez.
Según los estándares se consideran decibeles altos, 45 durante el día y 39 por la noche. Las propias empresas importadoras han admitido que comercializan fuegos de hasta 135 decibeles. Además de los problemas sonoros la Coordinadora alerta sobre los accidentes que se dan cada año y los incendios provocados por el mal uso de la pirotecnia.
Perspectiva animalista
Patricia Durán es miembro de la organización Plataforma Animalista y explicó a Diario La R por qué se oponen a la pirotecnia desde esa la perspectiva de la protección animal: “de nuestro lado lo que queremos destacar es realmente lo mal que pasan los animales en situaciones en donde hay estruendo y ruido” dijo la activista y pidió a la población “que se sensibilice y que se tome un minuto para mirar al perro o al gato que tiene en su propia casa o en la del vecino y que noten su estado de agitación y el miedo que les provoca” explicó Durán. Durán relata que los animales no sólo huyen, escapan y se pierden debido a los estruendos sino que “hay animales que se arrancan sus propias uñas tratando de excavar para esconderse” afirma Durán. La defensora animalista también alerta sobre el daño que provocan los estruendos en otros animales como lo caballos que “se asustan y tratan de escapar rompiendo vallas saltando por portones y terminando en la calle con los accidentes que eso podría causar” alerta Durán, miembro de la coordinadora que difunde sus reclamos en el marco de la consigna #festejasinpirotecnia.
Puestos de trabajo
Una de las críticas más frecuentes que se le realiza al movimiento en contra de la pirotecnia son los puestos de trabajo que se podrían perder si las ventas se prohíben totalmente.
Según la Cámara Uruguaya de Fuegos Artificiales (Cufa) la pirotecnia genera más de 5.000 fuentes de trabajo en Uruguay. La mayoría de los casos son familias que se dedican a la venta callejera. Sobre esto Pérez nos dice que las empresas hacen uso de ese argumento pero “su enfoque es incorrecto” porque los que “hacen changas” con la pirotecnia son personas que compran a un mayorista y hacen la “reventa del día”. Pérez denuncia que estos trabajadores “son todos informales y ninguno está en caja. No es que ellos den una cantidad de trabajo más que significativo fruto de la venta de sus fuegos artificiales”.
Pérez enfatiza que el tema de la mano de obra no es determinante: Todos vemos que son estudiantes que se hacen una extra o alguien que con su aguinaldo compró unos fuegos que le hicieron el caldo gordo a las empresas y después los salió a revender” explicó.
Desde mediados de 2022 se comenzaron a vender en Uruguay fuegos artificiales con etiquetas en forma de hexágonos rojos, amarillos y verdes, según el nivel de decibeles que alcanzan. La medida impulsada por Cufa busca reducir las críticas que reciben de una sociedad que crecientemente se va posicionando en contra de la venta indiscriminada de pirotecnia. “Es un avance muy menor porque la gente en el uruguay no tiene costumbre ni conducta de interpretar” nos dijo el activista Andrés Pérez y agregó: “lamentablemente creemos que es una medida que no va a cambiar prácticamente nada la situación en la que estamos y que las empresas aceptan”.
Por su parte las empresas aseguran que buscan adaptarse a los nuevos tiempos: «este año, desde Cufa, no trajimos fuegos artificiales con hexágono rojo, es decir, que superan los 110 decibeles, aunque sería legalmente posible, y reforzamos las líneas pet friendly (amigables con las mascotas)» declaró Gustavo Prato, presidente de la Cufa.
