No se cruzaron, pero ambos eligieron para cerrar la capital financiera de Brasil, donde votan más de 40 millones de personas, por el impacto que la ciudad puede tener en el resultado de las elecciones. La incógnita sigue siendo si habrá o no una segunda vuelta el domingo 30 de octubre.
La recorrida final de Lula partió de la intersección de la tradicional Avenida Paulista y la calle Augusta, en el centro de la ciudad, donde miles de militantes se concentraron con banderas y pancartas para acompañar al líder del Partido de los Trabajadores (PT). El dos veces presidente estuvo junto al candidato a gobernador de San Pablo de su alianza, Fernando Haddad, y su compañero de fórmula, Geraldo Alckmin, con quienes -a bordo de un automóvil- encabezó una caravana multitudinaria.
La actividad estaba pautada para las 10, pero entre el retraso de la llegada de Lula y la fuerte lluvia que cayó sobre esta ciudad cerca del mediodía, la recorrida recién comenzó pasadas las 13. Por su parte, Bolsonaro también eligió San Pablo para hacer su última aparición de peso antes de la votación. Lo hizo junto a sus candidatos en una caravana a bordo de motos, de la que participaron miles de vehículos. Entre banderas de Brasil, el postulante a la reelección también se mostró confiado en el triunfo y lideró la larga fila de seguidores que lo acompañaron en su clausura de campaña. El Presidente votará el domingo en Río de Janeiro y luego esperará los resultados en Brasilia junto a su familia.