Ópera prima se le llama a la primera obra de un autor, ya sea pintor, músico, artista o escritor. Dentro de ese mundo, hay autores de libros que escribieron una obra que llamó la atención en la sociedad que rodea esa historia, pero por diversas circunstancias decidieron que no querían escribir más y se quedaron con esa ópera prima en su historial.
En muchas ocasiones, esas personas sólo necesitaban ingresar al mundo de la escritura, dejar su punto de vista sobre un tema y continuar su camino. Ese parece ser el caso del escritor montevideano Marcelo di Lorenzo, que quiso contar en un libro lo que vivió en la comunidad Jerusalén que lideró Adolfo Antelo entre 1982 y 1997.
Durante su juventud estudió en un colegio católico y, luego de tres años completos en la Facultad de Medicina, tomó una decisión que le despertó mayor interés: “Empecé a recorrer el camino de formación salesiana a partir de 1980 y después de cinco años de estar allí participando salí para formar parte de la comunidad que empezaba a formar el padre Adolfo Antelo, donde estuve desde 1985 hasta 1992”. Posteriormente, se reintegró a sus estudios para finalizar su recorrido salesiano en 1998 y retirarse de la congregación en el año 2002.
En su etapa juvenil aseguró que le gustaban mucho las actividades que involucran la literatura. “Siempre leía; desde chico, en las composiciones de primaria, los profesores valoraban que me fuera muy bien en literatura. De igual forma, en el liceo, entre todas las materias en las que más me destacaba era en literatura y filosofía”, recordó.
Ese don de la escritura y literatura que tenía desde joven parece nunca haberlo perdido, ya que en el año 2007 decidió ingresar al mundo literario para dejar plasmadas sus vivencias. Marcelo di Lorenzo comenta que ese tiempo que vivió dentro de la Comunidad Jerusalén liderada por el sacerdote salesiano Adolfo Antelo “marcó gran parte” de su vida, por lo que vio oportuno escribir sobre el tema.
“Sobre el caso del sacerdote Antelo circulaban muchas versiones, comentarios aislados, cartas de opiniones, artículos de prensa y las actas del proceso penal que tuvo que pasar desde el punto de vista judicial. Fue así que me pareció importante hacer un orden y contar la historia”, aseguró.
“Quería explicar lo que ocurrió porque mucha gente la vivió con un impacto muy grande y con mucho sufrimiento en la sociedad uruguaya, en la sociedad argentina, llegando también la comunidad a Brasil, Chile, Venezuela e Italia en Roma y el Vaticano”. “Me parecía importante escribir una historia ordenada y concreta de esta experiencia de liderazgo, muy atractiva al principio, pero muy traumática, perversa y nefasta al final. Esa fue mi motivación para ofrecer a la gente un relato terminado y un testimonio de cómo fueron los hechos para ayudar a entender sus causas, analizar sus consecuencias y extraer los aprendizajes imprescindibles”, resaltó di Lorenzo.
Después de algunas intermitencias en la redacción del libro, lo retomó en el 2015 y en el 2016 salió publicada la primera versión del libro titulado El Reino del Padre Antelo, por la editorial Fin de Siglo. “Tengo que agradecer al director en su momento de la editorial, Edmundo Canalda y al editor, Felipe Correa, que desde el primer momento valoraron el libro y quisieron acompañarme en la edición”. El libro alcanzó tal éxito entre los lectores que al año siguiente ya estaba agotado; pero este año, gracias al podcast “Los demonios del Padre Antelo” donde mencionan el libro, tuvo una segunda edición ampliada.
“En el podcast se tocan varios puntos de los que había en el libro, y aunque la investigación trascendía más allá, ellos citaban el libro y las cosas que estaban escritas allí. Eso provocó un nuevo interés en las personas por adquirirlo, por ello tomamos la decisión con la editorial de realizar esta segunda edición. La intención es ayudar a que estas cosas no sucedan nunca más”, cerró el autor.
En la actualidad, Marcelo di Lorenzo forma parte de una unidad de coordinación laboral de pasantías de los Centros Educativos de Capacitación, Arte y Producción (CECAP) pertenecientes a la Dirección Nacional de Educación del Ministerio de Educación y Cultura.
Nunca nada mejor expresado