Alrededor de 100 jóvenes, de más de 25 países todo el mundo, se reúnen a partir de hoy (23) hasta el 26 de octubre en el Club Hebraica de San Pablo en el VI Encuentro Mundial de Jóvenes, organizado por Scholas Ocurrentes y World ORT, para celebrar la diversidad, intercambiar experiencias y debatir temas para transformar sus comunidades en pos de un mundo más justo e igualitario.
Entre las actividades colectivas y grupales llevadas a cabo, los jóvenes disfrutaron de la actuación del Ballet de Paraisópolis. También pudieron conocer un poco más sobre el proyecto sociocultural, fundado en 2012 y que celebró su 10° aniversario en la segunda mayor comunidad de la ciudad de San Pablo. “Actualmente contamos con 200 alumnos y tenemos más de 2 mil niños en lista de espera”, expresó Mônica Tagarró, directora fundadora del Ballet, quien destacó que algunos de sus bailarines fueron becados para integrar otros cuerpos de ballet de todo el mundo. “Aquí ellos aprenden a volar y se preparan para ser buenos ciudadanos y para ser agentes de cambio”.
A continuación, fue el turno del activista e investigador sobre clima, Marcelo Rocha, quien habló sobre su trabajo y experiencia. Hizo uso de ejemplos actuales para abordar la problemática ambiental. Rocha destacó: “Tenemos muchos desafíos. Necesitamos entender que somos naturaleza, que somos parte de ella. Los jóvenes brasileños siempre fueron muy activos, a través de movimientos estudiantiles, movimientos de los asentamientos populares, de la LGBT+…, tenemos el desafío de hacer las cosas juntos. Sé que tenemos, como jóvenes, ese papel activo, pero no lo lograremos si queremos cambiar las cosas de forma individual. Tenemos que aprender a formar alianzas para conseguir todos juntos lo que deseamos. Nuestro camino es largo y de modo grupal”.
“Involucrar a los jóvenes en esas cuestiones climáticas, de género y sociales es de suma importancia para que esto se convierta en una temática clave en la sociedad. Entendemos que, de esa forma, ellos actúan como comunicadores de esos problemas dentro de sus comunidades. Eso genera compromiso y provoca que las personas se transformen en protagonistas en los lugares donde actúan”, dijo Waleska Queiroz, activista socioambiental y coordinadora de la Rede Jandryas, colectivo de mujeres que visualizan y debaten temas tales como género y clima, en el estado de Pará, Brasil.
Gabriel Waldman es un sobreviviente del Holocausto y promotor de la paz. En este caso, habló sobre la importancia de la memoria como ejercicio contra todas las formas de odio y racismo. “A mis 85 años, considero que aprendí algunas cosas en esta vida y si no aprendí, la realidad me las impuso. Experimente en carne propia lo que es la discriminación, el odio, la falta de respeto a los derechos del otro, y no quiero que eso vuelva a suceder”, concluyó.