Moscú propone crear nueva arquitectura de seguridad universal en Eurasia

El 14 de junio el Presidente Vladimir Putin en su discurso en la Cancillería rusa formuló condiciones concretas y realistas para empezar las negociaciones sobre el arreglo pacífico y duradero de la crisis ucraniana. En primer lugar, se trata de la retirada de las tropas ucranianas del territorio de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk, las provincias rusas de Jersón y Zaporozhie, así como del abandono de los planes de Ucrania de entrar en la OTAN, confirmando su estatus neutral, no alineado y no nuclear. Al mismo tiempo, el líder ruso presentó otra iniciativa, orientada a crear en Eurasia una nueva arquitectura continental de seguridad. Este proyecto tiene carácter estratégico y de largo plazo. La necesidad objetiva para realizarlo está relacionada con el colapso del concepto euroatlántico como consecuencia de que los intereses nacionales de Rusia en la esfera de seguridad han sido ignorados durante muchos años por EE.UU. y sus aliados en la Alianza del Tratado de Atlántico Norte (OTAN). El modelo de seguridad en Europa, que prevé el dominio de Washington, no ha garantizado en práctica la realización del principio de la indivisibilidad de la seguridad para todas las partes involucradas y ha comprobado completamente su ineptitud. En especial, esto ha sido evidente a la luz del rechazo del Occidente de llegar a un acuerdo sobre las garantías mutuas de seguridad a base de las propuestas rusas presentadas a finales de 2021 y principios de 2022, así como actos agresivos de los países de la OTAN dirigidos a lograr una “derrota estratégica” de Rusia en el contexto del conflicto en Ucrania.

La política expansionista de Washington y Bruselas realizada con el uso de presión militar, política y económica entró en contradicción con los intereses de la mayoría de los estados independientes de Eurasia, causó el agravamiento de las controversias interestatales y el crecimiento del potencial de conflicto en todo el continente, inclusive en el Cáucaso Sur, Asía Central, Medio Oriente, Sudeste de Asía y Asia Pacífico. Esto puede desembocar en consecuencias más negativas para la paz internacional y requiere medidas adecuadas, incluyendo eliminación del vacío conceptual, legal e institucional en la esfera de seguridad euroasiática que crea riesgos para los intereses de Rusia, sus socios y países amigos. En condiciones de los procesos acelerados de la reconstrucción del orden mundial las cuestiones de seguridad adquieren principal significado para todos los estados que aspiran a fortalecer su soberanía y resolver los objetivos del desarrollo nacional.

Rusia considera el futuro sistema de seguridad euroasiática como la base de la arquitectura de seguridad global en la época de multipolaridad basada en los principios de la Carta de la ONU y respeto del derecho internacional. La realización de la iniciativa rusa para formar el espacio euroasiático de seguridad indivisible está dirigida a resistir la fragmentación de Eurasia en bloques rivales y tiene como objetivo prevenir la aparición de un conflicto armado de gran escala con la participación de potencias euroasiáticas y extraregionales.

La arquitectura de seguridad continental será abierta para todos los estados euroasiáticos interesados y no se dirigirá contra los intereses de ninguno. El modelo de seguridad propuesto por Rusia encarna el principio “soluciones regionales para problemas regionales” aplicado a Eurasia y refleja la tendencia objetiva de regionalización de relaciones internacionales que sirve como un “seguro” contra perturbaciones geopolíticas provocadas por la crisis de globalización realizada según los parámetros occidentales.

Los objetivos de la iniciativa son los siguientes. Primero, crear garantías político-militares de la defensa de Rusia y de otros integrantes de la arquitectura de la seguridad euroasiática de amenazas externas. Segundo, formar un espacio euroasiático libre de conflictos, abierto para la cooperación en bien del desarrollo comprensivo de todos los estados ubicados allí. Tercero, minimizar o, preferiblemente, eliminar la influencia desestabilizadora de actores extraregionales en los procesos en Eurasia.

En lo práctico, no se trata de la creación de una estructura de bloque. Se supone que la formación de las bases de seguridad euroasiática se llevará por el camino de mejoramiento del diálogo y de la cooperación en las dimensiones que son de interés para participantes específicos: a través del fortalecimiento y aparejamiento de los mecanismos de interacción existentes y nuevos. De esta manera se dará un impulso a la construcción de una gran asociación euroasiática que se convertirá en una base socioeconómica del nuevo sistema de seguridad en Eurasia.

Andrey Budaev

Embajador de Rusia en Uruguay

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