Tras lo ocurrido luego del clásico, donde los hinchas de Peñarol que abandonaban el Estadio Campeón del Siglo se vieron involucrados en incidentes con la Policía, Peñarol manifestó su preocupación y a través de un comunicado oficial denunció abusos de la Policía contra sus hinchas.
El club lamentó que “una vez liberada la salida, se produjeron situaciones completamente indeseables en las que el accionar policial no solo no evitó desmanes, sino que actuó con brutalidad utilizando balas de goma y gases a discreción sobre las familias que concurrieron a ver el espectáculo”.
Peñarol solicitó “de forma urgente una reunión con el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, para conocer en profundidad las razones que llevaron a este accionar”. “Seremos recibidos el próximo lunes, 1 de abril. Peñarol agotará todos los medios necesarios para saber quién dio las órdenes y a causa de qué se decidió reprimir al público que se retiraba pacíficamente”, añade.
Asimismo se remarca que ya hubo fallas del operativo policial en el partido frente a Cerro, algo por lo que la institución “deja constancia expresa de su preocupación” y “por la falta de explicaciones sobre la lógica en la que se basan”.
El operativo policial del clásico se llevó a cabo con 900 efectivos desplegados en puntos estratégicos a pesar de jugarse únicamente con público de Peñarol.
Los hinchas denunciaron abuso policial a la salida del estadio y la dirigencia rápidamente actuó. El presidente Ignacio Ruglio pidió los videos de las cámaras de seguridad. Parte de la recopilación incluye imágenes que los propios hinchas publicaron en redes sociales, donde denunciaron que desde el operativo utilizaron balas de goma y gases lacrimógenos para disuadir un problema que no era tal.
Los disturbios ocurrieron durante la espera por la apertura de las puertas de salida. Según explicaron desde el club a este medio, los abusos denunciados se dieron “principalmente a la salida de las tribunas Cataldi y Damiani, contra todo el que iba saliendo”.
Monzón, jefe del operativo, comentó que “finalizado el encuentro se procedió a bloquear la salida de los parciales de Peñarol para evacuar sin problemas el ómnibus de Nacional”, pero al demorarse la salida del micro tricolor por el control antidoping de uno de sus futbolistas, se retrasó esa salida y hubo tiempo para los disturbios. Hubo gente en la Damiani que tuvo que esperar 40 minutos para salir.
Un grupo de personas violentó una puerta y pudo derribarla. Quisieron acercarse hacia donde estaba el ómnibus de Nacional, pero pudimos bloquearlo mediante un cordón policial. Se utilizó un poco de munición menos que letal y se pudo controlar”, concluyó.
Aclaremos: ¿El público se retiraba pacíficamente o a los botellazos contra el ómnibus de Nacional?
Que gente inocente se ligó los gases o los balazos de goma es indudable. En los videos se ve quién comeinza el tumutlo? Pero…ni una sola mención a la agresión a pedradas contra el ómnibus de Nacional. Y si hubiese sido el ómnibus de un cuadro chico ni trascendía. De las botellas, petacas, etc arrojadas a la cancha, ni una palabra. La policía? Bien, mandan saludos. Si las botellas o piedras las arroja la hinchada de un cuadro chico, habrían tenido la misma paciencia? Obvio, no. Habrá sancione)? Seguramente no. Mientras las botellas y piedrs no le acierten a nadie, no hay sanción, y menos contra Peñarol o Nacional. Le pondrán 100 $ de multa y un tirón de orejas para la próxima. El bochorno llegó al fútbol hace mucho tiempo y para quedarse.
Estos y los otros siempre se comportan de forma «pacífica», y ese comportamiento pacífico origina peleas, discusiones, amenazas, lanzamiento de proyectiles de todo tipo, cánticos que rozan la apología del delito y hasta varias muertes. Y lo seguirán ha iendo porque los apañan los delincuentes de las respectivas directivas.