La desigualdad entre las mujeres y los hombres podría estar costándole a Uruguay un 13% del PBI per cápita. Es decir, Uruguay podría producir hasta US$ 2.100 más por persona si las mujeres participaran en el mercado laboral igual que los hombres.
Las mujeres no tienen las mismas oportunidades laborales que los hombres en Uruguay, a la vez que ganan un 31% menos que sus pares por el mismo trabajo.
Lamentablemente, la desigualdad de género reproduce la desigualdad de género y el impacto ocasionado por el COVID-19 puede perpetuar o profundizar las diferencias existentes para ciertos grupos de mujeres.
El Banco Mundial realizó un diagnóstico de la situación actual de género en Uruguay donde analiza y aporta datos para comprender este fenómeno.
El estudio analiza una diversidad de sectores en los que las mujeres enfrentan obstáculos o hacen frente a inequidades, como la calidad del empleo, las oportunidades económicas, la brecha salarial, la vejez, la educación, la violencia, la participación en espacios de decisión, y los cuidados, por mencionar solo algunos.
Los beneficios de cerrar las brechas de género no son exclusivos de las mujeres. Tampoco la responsabilidad.
Cambiar esta realidad requiere del esfuerzo de todos. Un primer paso para cerrar estas brechas es tener acceso a datos certeros sobre la problemática:
Solo la mitad de las mujeres uruguayas participa en el mercado laboral y ganan un 31% menos que los hombres por desempeñar la misma tarea o el mismo cargo.
Las mujeres son dueñas de apenas el 12% de las empresas y ocupan solo el 11% de los cargos directivos.
Desigualdad: Las madres están en mayor desventaja. Diez años después de haber tenido su primer hijo, ganan un 42% menos que sus pares sin hijos (Dato: ONU Mujeres).
Educación: Hay pocas mujeres en carreras de ciencia y tecnología: Entre los estudiantes de ingeniería, sólo 23% son mujeres.
Cuidados: Las mujeres destinan un 20% de su día a cuidados del hogar mientras en los hombres solo representa un 9% El trabajo doméstico no remunerado representa un 16% del PBI.
¿Por qué este tema es importante para el futuro de Uruguay?
Los esfuerzos dirigidos al apoyo de una agenda de igualdad de género se justifican en primera instancia sobre la base del logro de una sociedad más inclusiva y justa que asegure a todos sus miembros el acceso a las mismas oportunidades, independientemente de sus orígenes y características individuales, como por ejemplo su sexo. Al mismo tiempo, la igualdad de género tiene también el potencial de generar amplias y positivas ganancias desde una perspectiva económica.
Como se menciona anteriormente, Uruguay aún no consigue aprovechar adecuadamente los recursos productivos de una fracción considerable de su población en edad laboral. La participación de la mujer en el mercado laboral (55,8%) sigue estando por debajo de la del hombre (73,7%). Las que sí participan en el mercado laboral se ven confrontadas con techos de cristal, ganan menos que los hombres y tienen menos probabilidad de ser empleadoras. Asimismo, las mujeres tienen menos probabilidad de seguir carreras en el campo de la ciencia y la tecnología. La combinación de estas realidades limita las oportunidades de Uruguay.