Presidente de Inisa: «El problema no es la falta de voluntad, sino de oportunidades”

Jaime Saavedra dijo que la visita del presidente Yamandú Orsi y su esposa a la exColonia Berro marcó un antes y un después,

El presidente Orsi en la exColonia Berro. “Les dije a los chiquilines que esa visita era la manifestación más clara de que, si hacen las cosas bien, hay un país entero dispuesto a acompañarlos” , afirmó Saavedra.

En la exColonia Berro, los talleres se llenan de ruido a madera, a herramientas, pinceles y jóvenes que aprenden oficios. Allí, el presidente del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), Jaime Saavedra, celebra la concreción de un nuevo convenio con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP), que permitirá brindar 300 capacitaciones a adolescentes en conflicto con la ley.

“Es un paso fundamental hacia la inclusión social y laboral de los jóvenes privados de libertad”, afirma Saavedra, con una mezcla de orgullo y convicción. “Estamos hablando de casi una capacitación por cada chiquilín que hoy está internado. Es un acuerdo muy importante, celebrado con gran seriedad, y que se desarrollará durante todo el período de esta administración”.

El jerarca reconoce que la concreción del acuerdo fue rápida y eficiente, algo que, según dice, no siempre ocurre en el Estado. “INEFOP tuvo una disposición estratégica que ya había sido planteada por su dirección, y ahora se materializa. Es un trabajo conjunto muy necesario”, subraya.

Destacó que en este terreno de la privación de libertad, tanto en adultos como en adolescentes, “los problemas se han agudizado tanto y se han complejizado tanto que a mí me ha resultado muy fácil hacer acuerdos con todo el mundo. Me pasó cuando trabajé con los liberados , me pasa ahora con Inisa”.

Una visita que marcó un antes y un después

Hace pocos días, la Colonia Berro vivió una jornada diferente. El presidente de la República, Yamandú Orsi, y su esposa visitaron el centro, recorrieron talleres y conversaron con los jóvenes. Saavedra lo cuenta todavía con emoción.

“Fue un acontecimiento histórico. Les dije a los chiquilines que esa visita era la manifestación más clara de que, si hacen las cosas bien, hay un país entero dispuesto a acompañarlos. No es poca cosa que el presidente venga a verlos, a escucharlos; pero tienen que hacer las cosas bien”.

Para el titular del Inisa, la presencia de las máximas autoridades tuvo un fuerte valor simbólico ya que a los internados “les demuestra que no están olvidados. Pero también les deja claro que hay un límite, que hay que portarse bien, dejarse de embromar y no volver nunca más a la vida del delito. La privación de libertad no es un lugar para vivir”.

“El objetivo es que cada uno salga con su mochila de herramientas: trabajo, capacitación, acompañamiento familiar y tratamiento si lo necesita”, afirma Saavedra.

Un sistema que cambia

Entre datos y realidades, Saavedra subraya un hecho que considera transformador: hoy hay más adolescentes en medidas alternativas que en privación de libertad. “Es algo inusual en el mundo”, sostiene. “Cuanto más se reduzca la privación de libertad a los casos realmente necesarios, mejores serán los resultados. Y lo estamos logrando”.

El presidente del Inisa también resalta otro indicador que lo entusiasma: la tasa de reincidencia juvenil ronda el 30%, mientras que en el sistema penal adulto llega al 70%. “Esa diferencia no es casual. Desde 2014 se viene consolidando una tendencia, sostenida por gobiernos de distintos signos políticos. Eso muestra que hay políticas de Estado que funcionan”, dice.

Trabajo y dignidad

Saavedra camina entre los talleres donde algunos jóvenes fabrican muebles reciclados, otros pintan, y otros comienzan sus primeras clases de capacitación. “El objetivo es que cada uno salga con su mochila de herramientas: trabajo, capacitación, acompañamiento familiar y tratamiento si lo necesita”, explica. “Después, ellos deberán aprender a usar esa mochila y hacerse responsables de su futuro”.

Ya hay empresas instaladas dentro del Inisa. La firma Eco Muebles emplea a 24 adolescentes, mientras que Teyma ofrece formación en pintura y otras áreas. “Estas experiencias nos muestran que cuando se da la oportunidad, los gurises responden. El problema no es la falta de voluntad, sino de oportunidades”, asegura.

Mirando hacia adelante

El organismo también presentó tres propuestas normativas en el marco del Presupuesto. La primera busca habilitar a empresas a instalarse en los centros del organismo para contratar a los jóvenes con laudos laborales vigentes. La segunda prevé incentivos fiscales especiales para estas empresas, y la tercera plantea la creación de una agencia privada que facilite la gestión de los proyectos productivos.

Pero la idea más ambiciosa de Saavedra es la creación de un “polo de inclusión social” en la exColonia Berro, aprovechando sus 245 hectáreas. “Está cerca de parques industriales, tiene tierra fértil y recursos. Queremos que sea un espacio donde se junte el trabajo, la educación y la dignidad”, explica. “Estas poblaciones conocieron la cara más dura del capitalismo; ahora deben acceder también a sus beneficios, como el trabajo  y la dignidad”. “Este es un tema que yo vengo planteando desde hace mucho tiempo: la zona franca del pobrerío, le llamaba yo”, agregó.

Consultado sobre cuánto del sacerdote Uberfil Monzón hay en su pensamiento y filosofía de trabajo: “100 de 100”, respondió. “En caso de duda, tirá para el lado del más pobre, es tan sencillo como eso”, afirmó.

Una gestión de consensos

El Inisa es un servicio descentralizado que cuenta actualmente con tres centros de detención —Berro, Belloni y Cufré— y unos 1.600 funcionarios. Saavedra se detiene especialmente en el funcionamiento interno: “Por primera vez, el Poder Ejecutivo cedió la mayoría del directorio a la oposición. Y sin embargo trabajamos con total cordialidad y coincidencia. Es una señal de madurez institucional”. El Directorio del Inisa está integrado además por los directores Ángel Fachinetti (Partido Colorado) y Daniel Radío (Partido Independiente).

Saavedra sostiene que esta vez “se alinearon los Astros”. “Estoy muy feliz por el país, porque esto esté ocurriendo. Y también estoy muy feliz por mí de estar en este lugar protagonizando esta peripecia del país que ojalá que salga bien”, agregó.

Antes de despedirse, el jerarca se permite una reflexión más íntima:

“Por primera vez veo la luz al fondo del túnel. Hay una gran ilusión en el país y en el instituto. El Inisa se ha ganado el derecho de que empiecen a pasar cosas buenas”.

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