Reflexiones sobre la rehabilitación en el sistema carcelario uruguayo

– Gracias, Carlos, por aceptar esta entrevista y compartir tu experiencia con nosotros. Para comenzar, ¿podrías contarnos un poco sobre ti y tu historia antes de entrar al sistema carcelario?

– Gracias a ti por darme la oportunidad de hablar. Mi nombre es Carlos, y he pasado por el sistema carcelario uruguayo en varias ocasiones. Desde joven, me vi envuelto en un círculo de violencia y delincuencia. Mi primer arresto fue a los 18 años por rapiña. Desde entonces, he estado en prisión en nueve ocasiones diferentes. Cada vez que salía, pensaba que podía cambiar, pero la realidad siempre me empujaba de regreso al mismo camino.

– Mencionas que pensabas que podrías cambiar al salir de prisión. ¿Qué factores crees que contribuyeron a que volvieras a delinquir?

– Hay muchos factores. Primero, el estigma social que enfrentamos los exreclusos es abrumador. Nadie quiere darnos una oportunidad. Además, la falta de apoyo emocional y psicológico es evidente. En la cárcel, no hay un enfoque real en la rehabilitación. La mayoría de nosotros salimos sin ninguna preparación para reintegrarnos a la sociedad. Es como si el sistema estuviera diseñado para que volvamos a cometer delitos.

– ¿Podrías hablar más sobre tu experiencia dentro del sistema carcelario? ¿Qué tipo de programas de rehabilitación existían, si es que había alguno?

– En las cárceles, la vida es dura. Hay algunos programas, como talleres de oficio, pero son muy limitados. La mayoría de los reclusos no tienen acceso a ellos debido a la falta de recursos o a la sobrepoblación. Además, el enfoque en la rehabilitación es casi inexistente. Se habla mucho de la reinserción social, pero en la práctica, no hay un verdadero interés en cambiar nuestras vidas. La cárcel se convierte en un lugar donde se perpetúan los mismos comportamientos.

– Eso es preocupante. ¿Cómo crees que podría mejorarse el sistema para ayudar a los reclusos a reintegrarse adecuadamente?

– Creo que es fundamental invertir en programas de rehabilitación reales. Debe haber un enfoque en la educación, la terapia y el apoyo emocional. También necesitamos más oportunidades de empleo para los exreclusos. Si no se nos da una segunda oportunidad, es muy difícil salir del ciclo de la delincuencia. La sociedad debe comprender que somos seres humanos y que merecemos una oportunidad para cambiar.

– ¿Qué dirías a aquellos que creen que los exreclusos no merecen una segunda oportunidad?

– Les diría que todos cometemos errores, y que el contexto en el que crecimos también influye en nuestras decisiones. La mayoría de nosotros no elegimos vivir en la delincuencia; son las circunstancias las que nos llevan allí. Si no se nos da una oportunidad, nunca sabrán lo que realmente podemos lograr. La compasión y el apoyo son esenciales para la rehabilitación.

– ¿Cómo fue tu proceso de reintegración a la sociedad después de tu última liberación?

– Ha sido complicado. Al principio, intenté buscar trabajo, pero la mayoría de las puertas se cerraron en mi cara. Sentí que no tenía a quién acudir. Sin embargo, encontré un grupo de apoyo que me ayudó a reconectarme con mis metas y a encontrar un camino diferente. Aun así, el miedo y la inseguridad siempre están presentes. La lucha por cambiar es diaria.

– ¿Cuál es tu esperanza para el futuro, tanto para ti como para otros en situaciones similares?

– Espero que, con el tiempo, se reconozca la necesidad de un sistema más justo y humano. Los exreclusos merecen una oportunidad para demostrar que pueden cambiar. Quiero seguir trabajando en mi propia rehabilitación y, quizás, ayudar a otros que están en la misma situación. La verdadera rehabilitación debe ser un esfuerzo conjunto entre el Estado y la sociedad.

– Gracias, Carlos, por compartir tu historia y tus reflexiones. Es fundamental escuchar voces como la tuya para entender mejor la realidad del sistema carcelario uruguayo y la importancia de la rehabilitación.

– Gracias a ti por darme la oportunidad de hablar. Espero que esta conversación sirva para generar conciencia y cambios necesarios en nuestro sistema.