Sectores políticos y sociales dialogaron sobre “los desafíos en la democracia uruguaya” en el marco del 49º aniversario del golpe

El evento se desarrolló en el edificio anexo del Palacio Legislativo y contó con la presencia de senadores de todos los partidos, además del presidente del PIT-CNT y de APU.

En conmemoración del 49º aniversario del golpe de Estado cívico-militar ocurrido en Uruguay, este lunes se llevó a cabo el conversatorio “A 49 años del Golpe de Estado. Los desafíos en la Democracia Uruguaya”. Se trató de un encuentro desarrollado en el la sala Acuña de Figueroa del edificio anexo al Palacio Legislativo.

El evento contó con la participación de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, y personajes de todos los partidos políticos con representación en el Senado: Jorge Gandini, del Partido Nacional; Lilian Kechichian, del Frente Amplio; Raúl Lozano Bonet, de Cabildo Abierto y Raúl Battle, del Partido Colorado. Asimismo, participó el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala y el presidente de la Asociación de Prensa Uruguaya (APU), Fabián Cardozo.

En su intervención, Argimón destacó que no pudo haber mejores actores presentes en este acto de compromiso democrático “por lo que significaron estas tres instituciones en el pasado (partidos políticos) y lo que significan ahora. Que juntos renovemos el compromiso es algo que debe perdurar en el tiempo”.

“El ‘nunca más’ debe acompañarse con más y mejor democracia. Indefectiblemente es una especie de puente entre lo que ocurrió en el pasado, lo transitado y lo que queremos transitar”, añadió.

Por su parte, Cardozo apuntó, como parte del “compromiso con la democracia”, a la lucha contra los discursos de odio, en especial los que vienen desde “el poder políticas”. “Cuando buscan, como sucedió, cuestionar y legitimar el trabajo de profesionales periodistas tenemos que prender una luz de alerta”, añadió.

Para finalizar, hizo un llamado al sistema político y empresarial para “salvar” a la gran parte de medios de comunicación que “son parte de la democracia” y pasan por una crisis económica que los tiene al borde del cierre.

Por otro lado, la representante por la Zonal Aguada del Pit-CNT, Viviana Núñez, señaló la necesidad de justicia que aún está latente en la sociedad uruguaya con respecto a aquellos que perpetraron el golpe de Estado, sostuvieron la dictadura y cometieron múltiples violaciones de derechos humanos.

Una excepción democrática

El senador Jorge Gandini resaltó la particularidad de la democracia uruguaya, que es “una excepción en el mundo”. “En pocos lados puede verse que senadores de distintos partidos se sienten a dialogar de esta manera, o que presidentes de tres partidos diferentes puedan hablar y darse la mano sin problemas”, dijo.

“En aquellos años no había blancos ni colorados, ni comunistas, ni socialistas, ni sindicalistas, ni iglesia católica; solamente había gente de un lado o del otro. Todos resistíamos el imperio de la fuerza que nos sacó la convivencia libre”, sostuvo el parlamentario.

“El primer desafío que tenemos para la democracia es valorarla, porque una de las razones por las cuales se perdió fue su deterioro y desvalorización (…) los desafíos son cuidar el Estado de Derecho, el respeto de la Constitución y la ley cueste lo que cueste, defender la libertad de expresión y de prensa, el cambio de los gobernantes, respetar la opinión de la ciudadanía… eso es un desafío para la democracia”, afirmó.

“Debemos aprender de nuestra historia”

En la misma línea que Gandini, durante su participación el senador Lozano afirmó que Uruguay se trata de un “caso atípico”, pues se trata de uno donde “la democracia es un régimen imperante en toda su historia”, aunque “con breve dictaduras”. “La democracia se defiende todos los días, no uno solo”, añadió.

Lozano, en tanto, realizó un repaso histórico del contexto de la época, en medio de la guerra fría, con “los movimientos revolucionarios de la época (…) que comenzaron a socavar las bases democráticas de nuestro país. Eso no justifica lo que pasó, pero sí pone en contexto. Hay muchos más responsables que solo los militares que tomaron el Palacio Legislativo: todas aquellas acciones llevadas por la guerrilla ¿Eran necesarias en nuestro país? Debemos que aprender de nuestra historia”, sentenció.

Una democracia “con deudas”

Kechichian se refirió a la dictadura como el momento “más duro, triste y oscuro periodo en la vida de los uruguayos”. La senadora reconoció que no todos analizan el contexto y apuntó a momentos históricos que se remontaban incluso a 1962 donde ya se ponía a tambalear a la democracia y se refirió al plan “Cóndor” desarrollado por Estados Unidos para imponer regímenes en Latinoamérica.

La frenteamplista valoró la importancia de la prensa. Dijo: “Hoy tenemos esa vergonzosa foto de la toma del Palacio porque hubo un periodista que tomó una foto, sin duda”. A su vez, afirmó que “la democracia estaba tan deteriorada que el primer golpista fue el presidente”.

“Tenemos ahora una democracia con muchas deudas, porque todavía hay quienes todavía buscan a sus familiares, esa es una deuda que alguna vez deberemos cumplir”, sentenció.

Es necesario “cerrar las heridas”

Por su parte, Battle recordó que su padre fue uno de los primeros presos políticos que hubo y lo duro que eso fue. Luego, se remontó a los inicios de Uruguay como país donde el país se instauró en un contexto de guerras entre las potencias. 

“Logramos salir de este periodo en paz, juntos, y logramos construir una democracia mucho más fuerte. Volvimos a armar una democracia donde llegamos a un punto donde intentamos sacar afuera todo lo que queríamos saber. Ahí creamos la Comisión para la Paz donde se pudo revelar muchísima información; tenemos que mirar para adelante mirando para el pasado”, añadió.

“Parte de cerrar esas heridas de la dictadura, de dejar el pasado atrás y de dar el camino hacia adelante” es encontrar esa información que “desde el 2009 en adelante nos cuesta bastante más. Debemos seguir haciendo un esfuerzo bastante importante para terminar de cerrar esas heridas”, aseveró.

“Dictadura terrorista de clase”

Abdala, por su parte, apuntó a “cierta regularidad histórica” en el país en el cual “aquellos periodos de crecimiento del PIB aparecen como oleadas de distribución del ingreso” y se refirió, al “batllismo” original a principio del siglo XX y un “segundo momento de este tipo” que tuvo lugar luego de la segunda guerra mundial. Ambos periodos, según sostuvo, se interrumpieron en “procesos de ajustes, en muchos casos violentos”, que en el segundo caso fue “un proceso que desembocó en la dictadura” y posteriormente mencionó, al igual que Kechichian, el plan “Cóndor”.

“Desde nuestra perspectiva el golpe de Estado fue parte de una contraofensiva del imperialismo en América Latina, una dictadura terrorista con participación cívico-militar y una dictadura de terrorista clase, porque el salario real de los trabajadores cayó. Hubo una transferencia de recursos desde el trabajo hacia el capital”, agregó.

Para el líder sindicalista “desde un punto de vista sistémico es necesario crear una conexión entre la democracia como sistema político con la forma den democracia que hacen a la vida cotidiana de la gente”.

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