La dependencia uruguaya de la empresa Securitas celebra mañana la primera década de la puesta en marcha del programa Vigilancia Inclusiva por la que se le brinda una oportunidad laboral a personas que tengan una condición de discapacidad motriz.
La idea surgió en 2007 cuando la firma global adquirió una compañía de seguridad colombiana que dentro del centro comercial Gran Estación tenía personas de esta índole que trabajaban para ella. A partir de ahí fue desarrollándose y afianzándose hasta que cuatro años más tarde fue presentado en la Feria Anual de Innovación donde obtuvo el primer premio.
Eso fue un antes y un después para este proyecto, dado que fue lo que le dio el impulso necesario para comenzar a expandirlo por el resto de los países de Latinoamérica donde se encontraba la sociedad. Así fue como en 2013, Securitas Uruguay hizo la primera inclusión de una persona con discapacidad motriz que, curiosamente, también fue en un centro comercial.
La responsable de Sostenibilidad de Securitas Uruguay, Soledad Collazo, manifestó a BMZ Consultores que al comienzo el programa era bastante disruptivo producto de que Uruguay no estaba preparado para incluir personas con discapacidad en el ámbito laboral. “De hecho, la Ley que obliga, si se quiere, al sector privado (a tomar personal con discapacidad) es de noviembre de 2018, cinco años después de que nosotros habíamos comenzado. Realmente fue una ruptura poder ver a la persona desde el lado de las capacidades”, señaló.
El camino recorrido no ha sido sencillo. Por más que el empleo sea concebido como un derecho fundamental, y que Securitas apoye esta idea, a lo largo de estos 10 años se han topado con la falta de sensibilización que hay en el mercado laboral respecto a las potencialidades y las capacidades de una persona con discapacidad.
“Muchas veces se entiende persona con discapacidad como persona usuaria de silla de ruedas. Nosotros hoy tenemos 60 personas que tienen discapacidad y forman parte de nuestro equipo, de las cuales solo dos son usuarias de silla de ruedas. Creo que también esa presentación de los lugares para estacionar o determinadas situaciones donde uno ubica en la imagen de la silla para identificar a las personas no refleja realmente la situación de discapacidad que puede existir. Hay varios tipos de discapacidad y para eso es fundamental conocer a la persona, sus capacidades y la tarea que va a desempeñar”, detalló.
Para determinar que tarea va a desplegar cada persona con discapacidad, el equipo de Securitas realiza un análisis muy minucioso y detallado de la situación de la persona y del lugar donde posiblemente vaya a trabajar para examinar todo lo vinculado a accesibilidad, conocer al cliente y sensibilizar al equipo humano en el que esa persona va a ser incluida.
En particular, para las tareas que realizan no necesitan tener movilidad plena en ambos miembros inferiores o superiores. “Tenemos varios funcionarios que son videovigilantes, personas que durante todo su tiempo miran cámaras de diferentes lugares. Si realmente tienen una mano hábil con la que puedan desempeñar la tarea necesaria están aptos para ello”, indicó.
A su vez, Collazo agregó que “a nivel de miembros inferiores, si el servicio o las condiciones donde la persona va a trabajar lo permiten puede ser usuaria de silla de ruedas, sino tenemos personas que tienen algún tipo de discapacidad: puede ser prótesis, un acortamiento en la pierna, alguna especie de renguera -alguien que quizás tuvo algún tipo de parálisis de nacimiento que le dejó una secuela en la movilidad-, etc.”.
Por lo general, Securitas no contrata personas con discapacidad intelectual o psiquiátrica debido a la exposición a la que deben enfrentarse, pero sí tiene en su plantilla gente con algún tipo de discapacidad visual o auditiva. La mayoría de las 60 personas con discapacidad empleadas cumplen funciones en las instalaciones de los clientes. “Tenemos algunos funcionarios a nivel de la sede y del SOC, que es nuestro centro de operaciones, en tareas de videovigilancia”, complementó.
Si bien no se tiene cuantificada la cantidad de personas que han pasado por este plan desde su implementación en el país, la responsable de Sostenibilidad de Securitas Uruguay estima que han sido más de 100 trabajadores. “Nosotros hubiéramos querido tener un crecimiento mucho mayor. Sabemos que la situación nacional ha cambiado y estamos en vías de generar nuevas alianzas para poder dar oportunidades, pero aún queda un montón de sensibilización por hacer”, destacó.
La clave:
“El próximo jueves vamos a realizar un evento en nuestra sede de 9 a 11 horas donde invitamos a clientes, a otros socios que nos han acompañado en estos años, a las personas incluidas y a la comunidad en general para que nos acompañen a celebrar y también puedan sumarse a ser parte de este programa. Somos una empresa pionera en incluir personas con discapacidad en el país y estamos siempre en la búsqueda de abrir otras puertas para poder generar más oportunidades”.
Soledad Collazo – Responsable de Sostenibilidad de Securitas Uruguay
