La semaglutida pertenece a una clase de medicamentos conocidos como agonistas, que se encargan de estimular la liberación de insulina por el páncreas, una hormona crucial para reducir los niveles de glucosa en la sangre. Además, fomenta el crecimiento de las células beta pancreáticas, que son las responsables de la producción y liberación de insulina.
La semaglutida también inhibe la producción de glucagón, una hormona que promueve la liberación de carbohidratos almacenados en el hígado y la síntesis de nueva glucosa, contribuyendo así a la regulación de los niveles de glucosa en la sangre. Por último, reduce la ingesta de alimentos al disminuir el apetito y ralentizar la digestión en el estómago, lo que a su vez ayuda a reducir la grasa corporal.
Además, este componente ha mostrado ser capaz de reducir el riesgo de graves problemas cardiovasculares, un descubrimiento que los especialistas han celebrado como un avance revolucionario en el tratamiento de la obesidad. Por lo tanto, en términos de eficacia ha demostrado resultados inigualables en los ensayos clínicos. Los científicos afirman que, luego de algunos estudios, comprobaron que los adultos tratados con el medicamento experimentaron una reducción media del 14.9% en el peso corporal a las 68 semanas, en comparación con una reducción del 2.4% en pacientes tratados con otros medicamentos.
En Uruguay, el Ministerio de Salud Pública (MSP) aprobó la venta de la semaglutida a través del fármaco Ozempic. El medicamento inyectable comenzó a venderse desde comienzos del segundo trimestre del año y no está incluido en el Plan Integral de Atención en Salud.
Si bien la llegada de medicamentos que imitan el ejercicio físico para favorecer la pérdida de peso aún está en el horizonte, Ozempic se ha consolidado como una opción eficaz para combatir la obesidad. Sin embargo, no está exento de controversias, dado que no está indicado para este fin y su uso podría conllevar efectos secundarios no deseados.
En la actualidad, la semaglutida ha sido aprobada para venderla alrededor del mundo a través de 3 medicamentos llamados: Wegovy, Ozempic y Rybelsus (destinada para gestionar la diabetes tipo 2). Pero si bien la llegada de estos medicamentos que imitan el ejercicio físico para favorecer la pérdida de peso, parece tener sentido un efecto positivo, no están exentos de controversias, dado que no está indicado para este fin y su uso podría conllevar efectos secundarios no deseados.
La inyección de semaglutida puede aumentar el riesgo de que desarrolle tumores de la glándula tiroides, incluido el carcinoma medular de tiroides (CMT; un tipo de cáncer de tiroides). Lo más recomendable es informar a su médico si usted o alguien de su familia tiene o ha tenido CMT o síndrome de neoplasia endocrina múltiple de tipo 2; afección que causa tumores en más de una glándula del cuerpo. De ser así, el especialista probablemente le dirá que no utilice semaglutida. Los síntomas a los que se debe estar atento son: un bulto o hinchazón en el cuello; ronquera; dificultad para tragar; o dificultad para respirar. Ante esto, consulte a su médico de inmediato.