La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, firmó el decreto que oficializa la reforma constitucional que reconoce los derechos de los pueblos indígenas, una modificación histórica que se publica en 57 lenguas originarias. La reforma, que fue aprobada en septiembre pasado bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador, reconoce por primera vez a los 68 pueblos originarios de México como sujetos de derecho público con personalidad jurídica y patrimonio propio.
En su conferencia matutina, Sheinbaum celebró esta acción coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos, destacando que la reforma también incluye la creación de una Comisión Presidencial para los Planes de Justicia de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos. Esta modificación a la Constitución también establece la obligación de consultar a las comunidades indígenas sobre proyectos que puedan afectarlas directamente, y declara a México como una «nación multiétnica».
Con cerca de 23 millones de personas indígenas en el país y aproximadamente 7,4 millones que hablan alguna lengua originaria, el reconocimiento constitucional de estos pueblos es un paso clave hacia el respeto y fortalecimiento de sus derechos y cultura. Entre las lenguas predominantes se encuentran el náhuatl, maya, tzetzal y zapoteco.