El juez del órgano judicial Alexandre de Moraes ha adoptado la resolución después de que haya concluido el análisis de la situación de las 1.406 personas que se encontraban hasta el momento aún detenidas. De ellas, 464 han obtenido la libertad provisional, aunque deberán cumplir con ciertas medidas cautelares, ha informado el diario “O Globo”.
Las 942 personas que no han sido puestas en libertad han visto convertida su detención flagrante en detención preventiva, la cual no tiene un plazo determinado de liberación.
De acuerdo con la información difundida por la oficina de Moraes sobre las personas que continuarán detenidas, el juez ha considerado que hay indicios de que cometieron delitos de actos terroristas, asociación delictiva, abolición violenta del Estado democrático de derecho, intento de golpe de Estado, así como amenaza, persecución o incitación al delito.
En cambio, sobre los internos puestos en libertad, no habría indicios de que hubieran cometido actos de violencia, invasión de inmuebles o depredación de inmuebles. No obstante, deberán cumplir con una serie de medidas como el confinamiento domiciliario nocturno y los fines de semana, el uso de tobilleras electrónicas, así como la suspensión de cualquier tenencia de armas.
Tampoco podrán salir del país ni podrán utilizar las redes sociales para comunicarse con los demás sospechosos, entre otras determinaciones, según el citado diario.