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Sin guerrilla no hubiera habido Golpe de Estado Militar…

Todo comienza allá por julio de 1963 cuando los Orientales se desayunan de que existía un movimiento armado que pretendía derrocar al gobierno y tomar posesión del mando, esto quedó claro con el asalto y robo de armas del Tiro Suizo en Colonia Suiza el que fue realizado entre otros por el ex Presidente José Mujica y su compañero el ex Ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro en pleno gobierno democrático.

La guerrilla fue enfrentada en ese momento por la policía ya que el accionar característico fue el robo de bancos, empresas y asaltos a mano armada, dando como resultado que el Parlamento democrático, a causa de que la situación era incontrolable y ya había causado muertes, resolviera encargarle a las Fuerzas Armadas la tarea de terminar con la violencia armada del Movimiento de Liberación Nacional – Tupamaros.

Destaco que aún en día existe el relato de ciertos sectores de ultra izquierda en el país que quieren inventar la historia justificando la conducta y accionar del MLN diciendo que el gobierno de Jorge Pacheco Areco era dictatorial y que por allá en el ´68´nacieron los tupamaros…el accionar comenzó en 1963 por mas que se venda la idea de 1968. Quieren descalificar a un gobierno democráticamente constituido que enfrentó a la peor revolución guerrillera del país.

Es importante recordar la valentía de Jorge Batlle que a fines de 1972 anunció en la TV pública que las Fuerzas Armadas estaban pensando en dar un Golpe de Estado, fue detenido, juzgado y condenado por la justicia militar de la época; meses después en junio de 1973 dieron el golpe. Es injustificable que los mandos militares dieran el golpe de Estado porque ya habían derrotado a la guerrilla, pero tampoco eso exculpa a quienes un día en el Uruguay democrático comenzaron con la violencia creyendo que no eran las elecciones ni la democracia el camino y sí una revolución armada que terminó haciéndole la ruta a la fuerza militar…

Fueron tiempos de sangre, tristeza y crisis del país que fue resultado de dos minorías y de dos actitudes antidemocráticas que buscaron ejercer el poder anteponiendo intereses propios antes que el estado libre y republicano. Empezando por el movimiento armado Tupamaros que en pleno goce democrático quiere imponer ideas Castristas por intermedio de la revolución armada luego de ver que democráticamente no lo podían hacer (recordemos que la Unión Popular saco unos 4000 votos en todo el país) buscaron licuar todos los valores orientales y realizaron un ataque directo a las instituciones, matando (pocas veces en enfrentamientos), raptando y torturando (como las jaulas de la calle Juan Paullier, la triste célebre Cárcel del Pueblo), robando y saqueando…A causa de esta situación se decreta un estado de guerra interno votado por el parlamento y ahí entra en acción las fuerzas conjuntas derrotando a la guerrilla en el ´72 siendo sub secretario de defensa Néstor Bolentini; acá aparece en la historia la segunda minoría que es liderada por un grupo de oficiales que encabezan la acción de cerrar el parlamento en 1973 comenzando con un gobierno militar hasta la vuelta de la democracia en 1985 con la presidencia del Dr. Julio María Sanguinetti.

En aquellos tiempos o se estaba de un lado o del otro, no existía la globalidad que gozamos hoy en día y que es fundamental para ver este tema con amplitud. Es un hecho que los Tupamaros no lucharon ni tiraron un tiro contra la dictadura ya que estaban presos y/o exiliados, es un hecho que actuaron como guerrilla en plena democracia. Lo mismo pasa a la inversa, que un grupo minoritario de la época quiso justificar el golpe en base a una guerrilla que ya se había derrotado manchando el honor de las Fuerzas Armadas que salió a luchar en defensa y por orden de las instituciones democráticas pero que desgraciadamente luego se desvió del cometido.  

Hoy es importante recordar estos hechos para que no vuelvan a ocurrir, para no dejar que se banalice el sufragio y la libre elección democrática de los gobernantes, para que no se quiera dar por cierto el relato ni de los Robin Hood ni de los Salvadores ni de que un grupo de “iluminados” saben mas que los uruguayos votando.

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