Steve Albini, el productor e ingeniero detrás de los álbumes de rock de Nirvana, The Pixies y PJ Harvey que definieron generaciones, murió a los 61 años.
Albini ha sido un gigante de la música punk y rock experimental desde los años 80. Produjo (o, como prefería llamar a su trabajo, “diseñó”) el último álbum de estudio de Nirvana, In Utero, elegido por la banda por su estética cruda e intransigente. Álbumes como Surfer Rose de The Pixies y Get Rid Of Me de Pixie Harvey se sintieron conmovedores y peligrosos en ese momento, e inspiran a los jóvenes rockeros de hoy por su gran energía y desafío a las convenciones del audio pop.
Cuando creció, era hijo de un padre científico y heredó su atención de ingeniero. Inteligente y desilusionado de la conservadora cultura local, el joven albino descubrió el punk a través de revistas de música y encontró un puerto seguro para los inadaptados. Después de mudarse a Chicago para estudiar periodismo en la Universidad Northwestern, saltó a la fama como artista en las bandas de rock Big Black y Shellac, que surgieron del boom del post-hardcore junto a bandas como Sonic Youth, Butthole Surfers y Minutemen.
In Utero, la continuación de Nirvana a la era Nevermind, cerró la brecha entre la música underground que amaba Kurt Cobain y las expectativas puestas en la banda más grande del mundo. “Me siento incómodo con este nuevo mundo de la fama de Nirvana”, dijo el baterista Dave Grohl en una entrevista el año pasado. “Cuando las cosas se hicieron grandes, todos nos apegamos a las cosas que más nos apasionaban. Siempre escuchábamos los discos de Steve”.
