¿Cómo ha sido el impacto que ha tenido la sequía en las diferentes superficies del interior del país y cómo la aseguradora ha podido trabajar con los productores?
Soy un espectador de la información agregada al sector agroindustrial y lo nuestro es específicamente el negocio asegurador, pero ese es un contexto muy malo para el productor, toda la cadena y las ciudades del interior porque en el pasado, por lo menos, desde que nosotros trabajamos en seguros agrícolas desde el año 2003, nunca habíamos visto un evento tan severo que afecte tanto la producción y en ese contexto también a los seguros agrícolas.
Faltan entre 1.000 y 2.000 millones de dólares de ingresos al sector. En cuanto a las indemnizaciones, que fueron en el orden de los 15 millones de dólares, se concentraron en aquellos productores que tuvieron coberturas asociadas a la seca. En lo que es nuestra experiencia con respecto a los seguros agrícolas, ese monto de dinero fue el mayor.
Habíamos tenido en el pasado excesos hídricos y algunas heladas muy severas, pero este es por lejos, un evento que va a marcar un antes y un después en este negocio, que cubre una serie de riesgos.
¿Cómo funciona el seguro de seca y qué es lo que le propone al productor?
El seguro de seca lo incorporamos en el año 2018, con un auspicio que nos hizo la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), ya que no teníamos una cobertura para esto. Básicamente lo que se buscó fue hacer una cobertura más amplia a lo que eran los seguros tradicionales de granizo, incendio, cosechas descartadas, viento, entre otros. Todos éstos son distintos eventos climáticos que afectan el cultivo a lo largo de su ciclo.
Lo que hace es indemnizar la diferencia entre lo que cosechó el productor, donde la campaña pasada estuvo entre 1.800 y 2.400 kilos, y un disparador. Para lograr dicha indemnización, el rendimiento tiene que estar por debajo del mismo.
En cuanto al seguro de Rendimiento Mínimo Garantizado, que lo tienen hace cinco años: ¿Cómo lo trabajan?
Éste es un proyecto bastante innovador en términos tecnológicos porque encontramos una forma de trabajar la indemnización basado en la propia tecnología de las máquinas, que son las cosechadoras, que están en la producción, son importantes y de alta tecnología.
Sus monitores de rendimiento recolectan información que nosotros podemos tomar para conocer cuál es el rendimiento de la chacra en particular. Entonces, lo que hemos hecho, con equipamiento que fue homologado por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), fue instalar un modelo de captura y análisis de datos sobre el rendimiento de la cosecha en tiempo real. Eso nos permite a nosotros dar transparencia y precisión de cuál es el rendimiento efectivo de esa chacra.
Verdaderamente los ajustes al momento de presentarles las evaluaciones a los clientes han sido muy pequeños con respecto a los números. Por lo tanto, en una zafra tan dura como fue esta para el productor en primer lugar, el haber contado con una herramienta transparente y precisa fue un diferencial en el negocio.
Éste es un adicional a la cobertura por granizo. No se puede comprar solo, sino que es una cobertura de granizo con adicionales. Dentro de ellos, el último es este de Rendimiento Mínimo Garantizado, qué particularmente por la situación climática de esta zafra de verano fue la que tuvo más afectación.
¿Cómo se prepararon para este invierno, luego del verano complicado que pasó?
Éste hecho entró dentro de la información y la experiencia histórica de los negocios. Nosotros cada vez que terminamos un ciclo de seguros, lo evaluamos y tomamos una experiencia. El negocio de seguros es de probabilidades y este tipo de evento no estaba entre los eventos conocidos. Era probable, pero no había experiencia anterior, pero ahora sí la tenemos.
Fue un evento severísimo, con una cosecha de 600 kilos, con lo que hay que ser consciente que para adelante en los nuevos modelos de productos que se desarrollen tiene que estar incorporado que este tipo de cosas pueden pasar. Eso no es menor, porque lo que tiene que lograr el seguro es darle equilibrio inter temporal al productor.
El productor transfiere sus riesgos climáticos sobre la industria del seguro y lo que nos toca a nosotros es ajustar las coberturas para que esto sea una actividad equilibrada para las partes.
Fíjese que en este caso nosotros tenemos una relación de 10 a uno entre lo que se cobraron de premios y lo que se pagaron por indemnizaciones, que van de los 200 a los 700 dólares por hectáreas. Es un evento que creo que hay que considerarlo como importante a los efectos dela estructura de los productos.
En el invierno, donde ya no está esta cobertura porque era para el verano, estamos en un ambiente más conocido, donde ya el negocio está en marcha y donde no ha habido sorpresas como ésta. En estos momentos, los cultivos están plantados y las aseguradoras están con su trabajo normal.
LA CLAVE:
“Desde Surco lo que sí nos ocupamos es de adelantar indemnizaciones, porque en la medida que el productor no tuvo el grano para poderlo entregar y cobrarlo, nos pareció importante asistir al productor con adelantos de dinero de modo tal que pueda pagar el resto de sus obligaciones. Más de la mitad de esos 15 millones de dólares ya fue entregado como adelantos. Ha sido una acción decidida a favor de que el productor se mantenga en marcha y por supuesto pueda plantar sus cultivos de invierno”
Andrés Elola – Gerente General de Surco Seguros
