Tendencias en los tratamientos de la dermatología estética

La medicina estética avanza y cada vez se consiguen tratamientos con mejores resultados y más naturales

El término dermatología estética normalmente se emplea en referencia de una subespecialidad de la dermatología que tiene como objetivo la mejora del aspecto de la piel de una persona que no presenta ninguna patología, y que intenta corregir o retrasar el envejecimiento cutáneo, paliar defectos físicos, o simplemente mejorar el aspecto.

La dermatología clínica se encarga de tratar enfermedades activas de la piel, cabello y uñas, mientras que la dermatología estética cubre los aspectos cosméticos: cicatrices, tatuajes, arrugas, manchas de la edad, que puedan tener un impacto importante en la autoestima de una persona.

Cada vez son más las personas interesadas en esta especialidad de la medicina, en concreto y según datos de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME): el 40% de la población española ha probado alguna técnica de la dermatología estética. Tratar las arrugas del cuello y las axilas, usar “bótox de efecto instantáneo”, nuevo colágeno y nuevas combinaciones de técnicas son algunos de los avances en esta área de la medicina.

Para lograr estas tendencias hay que llevar a cabo procedimientos que, según el IMCAS World Congress, un congreso médico que engloba los últimos avances en cirugía plástica, estética y dermatología, serán un éxito para lo que resta de 2024 y el año 2025.

El primer tratamiento que destacan son los polinucleótidos polimerizados, los que aseguran que son «una revolución en el campo de la medicina estética», ya que permiten rejuvenecer el aspecto de la piel sin añadir volumen al rostro.

Estas moléculas son capaces de crear el ambiente propicio para estimular el crecimiento y reparación celular, promueven la síntesis de sustancias esenciales como el ácido hialurónico, el colágeno y la elastina, y contrarrestan los efectos de los radicales libres con su poder antioxidante.

A diferencia de otros tratamientos, los polinucleótidos no dejan huella estética y son efectivos en diversas áreas como el rostro, escote, cuello, glúteos, abdomen o piernas. Su poder antioxidante.

Otro tratamiento es el Ultherapy, que fue una gran innovación en 2010, presentándose como una opción líder en tratamientos no invasivos, un revolucionario procedimiento que utiliza ultrasonido focalizado para reafirmar la piel.

La novedad es la combinación de Ultherapy con la toxina botulínica, formando un dúo para enfrentar las arrugas más persistentes. Ultherapy, al enviar ultrasonidos de forma focalizada al sistema aponeurótico muscular superficial (SMAS), reduce arrugas y mejora la firmeza. El resultado es un efecto lifting sin cirugía que suaviza las líneas más marcadas en la frente, entrecejo y patas de gallo.

Potenza es otro tratamiento que destacan los expertos, que es capaz de combatir la flacidez, remodelar el óvalo facial y atenuar arrugas, cicatrices y lesiones de acné, mejorando el estado general de la piel.

Lo mejor de este tratamiento es su capacidad para trabajar no solo en el rostro sino también en el cuerpo, siendo una opción ideal para aquellos que buscan combatir la flacidez facial o corporal, descolgamientos postparto o mejorar la apariencia de cicatrices.

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