La biomedicina es un área de la salud que combina la biología, la física, la química y las matemáticas con el fin de mejorar el bienestar humano. Este proceso biológico permite la creación de nuevos fármacos, menos tóxicos, y perfecciona el diagnóstico precoz de enfermedades y su tratamiento.
Este campo de investigación interdisciplinaria se puede aplicar en muchas especialidades médicas; algunas de ellas pueden ser: la oncología, dermatología, osteología, reumatología, endocrinología, epidemiología, neurología, psiquiatría y muchas otras.
La biomedicina se fundamenta en el estudio de la estructura y función de los organismos vivos a nivel molecular, celular y sistémico. Esta disciplina ha conseguido importantes avances en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, desde las más comunes hasta las más complejas.
Entre sus resultados y descubrimientos se encuentran el desarrollo de terapias innovadoras que salvan y mejoran la calidad de vida de los pacientes, como la terapia génica y la inmunoterapia contra el cáncer, la creación de medicamentos y tratamientos farmacológicos que garantizan su eficacia y seguridad antes de su comercialización.
Además, contribuye a la promoción de la salud pública mediante la identificación de factores de riesgo, la prevención de enfermedades y la implementación de políticas de salud efectivas. Los avances en vacunología, epidemiología y salud ambiental son ejemplos de cómo la biomedicina puede abordar problemas de salud a nivel poblacional.
Finalmente, impulsa la innovación tecnológica en áreas como la bioingeniería, la nanotecnología y la inteligencia artificial aplicada a la medicina, permitiendo el desarrollo de dispositivos médicos más precisos y terapias más avanzadas. Por lo que su aporte es más que valioso para la medicina.