Toby Talbot, la visionaria impulsora del cine de arte y extranjero en Estados Unidos durante más de seis décadas, falleció a los 96 años. Su pasión por el cine se forjó en una era de cambio cultural, y en 1960, junto a su esposo Dan Talbot, asumieron la gestión de un cine en el Upper West Side de Manhattan. Lo rebautizaron como New Yorker Theater, un espacio que operó hasta 1973 y se convirtió en epicentro para cinéfilos exigentes.
Los Talbot expandieron su influencia con la gestión de otros locales legendarios: el Cinema Studio (1977-1990), el Metro Theater (1982-1987) y, sobre todo, el Lincoln Plaza Cinemas (1981-2018). Estos teatros atrajeron a luminarias como Woody Allen, Martin Scorsese, Susan Sontag, el crítico Andrew Sarris y Pauline Kael, consolidándose como mecas del cine internacional en una ciudad vibrante por las protestas contra la guerra de Vietnam y la lucha por los derechos civiles.
A través de New Yorker Films, fundada en 1965 y activa hasta 2009, distribuyeron más de mil títulos. Toby ejercía un poder de veto decisivo, priorizando obras eruditas y eclécticas. Entre los destacados figuran Shoah (1985) de Claude Lanzmann, un monumental documental sobre el Holocausto; Before the Revolution (1964) de Bernardo Bertolucci; y Point of Order, un análisis político de los juicios por comunismo en los años 50. Su catálogo reflejaba un compromiso con el cine experimental, político y narrativo que desafiaba las convenciones de Hollywood.

