El expresidente de Estados Unidos Donald Trump declaró bajo juramento en el juicio civil por fraude que enfrenta en Nueva York. La demanda de 250 millones de dólares que presentó la fiscal General de Nueva York, Letitia James, acusa a Trump y sus asociados de cometer fraude en repetidas ocasiones al inflar los activos en los estados financieros de la Organización Trump para obtener mejores condiciones en préstamos inmobiliarios comerciales y pólizas de seguro.
Donald Trump, quien hoy es el favorito a ser candidato presidencial del Partido Republicano para las elecciones de 2024, compareció por primera vez ante el juez Arthur Engoron, para ser interrogado en calidad de testigo por presuntas maniobras, con el fin de «acrecentar el valor de sus activos y beneficiar a la Organización Trump, un conglomerado que gestiona rascacielos, hoteles de lujo y clubes de golf en todo el mundo». Pero Trump ha negado las acusaciones y sostiene que el caso tiene motivaciones políticas.
Cabe aclarar que el caso es civil, no penal, pero amenaza los negocios de la familia Trump en Nueva York. El republicano basó su defensa en que los documentos incluyen una cláusula que advierte que los datos son subjetivos, un argumento que aseguró que “banqueros y aseguradoras” van a respaldar como testigos en el juicio. Trump también intentó restar su responsabilidad bajo el argumento que los destinatarios debían hacer “sus propios cálculos”.
La Fiscalía reclama una compensación de 250 millones de dólares y también la inhabilitación de los miembros de la Corporación Trump para llevar a cabo negocios en el estado de Nueva York. Algo que, según los expertos, sería un golpe para la economía de la familia Trump.
«En este momento, este caso del fiscal general de Nueva York amenaza con la extinción y el futuro financiero de su empresa homónima», apuntó Michael Cohen, antiguo abogado de confianza de Trump.
