Se conoció en el día de ayer que el pasado sábado 21 de mayo falleció en Montevideo la artista Gloria Levy, una de las personalidades más relevantes del país, de gran protagonismo en el surgimiento y desarrollo del movimiento teatral independiente de mediados del siglo XX.
El MInisterio de Cultura la recordó en el día de ayer realizando una reseña sobre al vida de una de las personalidades más influyentes en la cultura local, y un referente para el periodismo principalmente en la década de los 90. Levy nació en 1934. A los 14 años se anotó en un curso de teatro que impartía el inolvidable Eduardo Malet. A los 17 ingresó a Radio Sarandí y de allí a la agencia de publicidad Gallardo, donde se transformó en una de las locutoras comerciales de más éxito de los orígenes de la televisión, allá en los legendarios galpones de Saeta.
Paralelamente cursó estudios en la EMAD y en la Facultad de Humanidades, y ya en 1954 fue cofundadora del Teatro Circular de Montevideo, institución que ayudó literalmente a construir. Se trataba del primer teatro con formato circular de los países latinoamericanos de habla hispana, instalado nada menos que en el taller que ocupaba el mítico Joaquín Torres García. “El teatro independiente se hacía con sangre, sudor y lágrimas”, evocaba Gloria en una entrevista reciente en canal 10.
Fue una de las figuras medulares en el nacimiento de la televisión en nuestro país, con una vasta carrera como conductora, locutora y periodista de opinión, ejerciendo una extensa carrera como crítica teatral en medios escritos, como el semanario “Opinar” a la salida de la dictadura, radiales (Sarandí, El Espectador, Centenario y Del Palacio) y televisivos, en los canales 5 y 10.
Con su vasto conocimiento jurídico, presidió la Federación Uruguaya de Teatros Independientes (FUTI) y fue co-redactora de la ley que dio origen al Fondo Nacional de Teatro en el año 1992, pudiendo así concretar un objetivo largamente perseguido por la colectividad teatral. A este inmenso aporte de Gloria debe agregarse el de haber organizado, en el seno de la Asociación de Críticos Teatrales del Uruguay, las primeras Muestras Internacionales de Teatro en Montevideo, por las que desfilaron personalidades de primera línea de la escena latinoamericana y mundial. Además, Gloria se desempeñó como actriz al principio de su vasta carrera, integrando entre otros el elenco de “El caso Isabel Collins” de Elsa Shelley, con dirección de Hugo Mazza, uno de los más grandes éxitos de público en la historia del Teatro Circular.
Cuando abandona la crítica teatral hacia 2003, retorna a la creación en calidad de directora, con dos puestas inolvidables de textos de Dino Armas, “Rifar el corazón” y “Pentágono”, junto a la comedia dramática norteamericana “El viaje a Bountiful” de Horton Foote y la antología “Mujeres de Lorca”. En 2015, fue declarada Ciudadana Ilustre de Montevideo por el gobierno departamental.
En ese momento manifestó sentirse “muy honrada por la entrega de la medalla. Soy una montevideana de alma y no me iría nunca de mi país. Me han dicho de irme al exterior pero yo de Montevideo no puedo moverme. Todo lo que quiero, lo que amo, lo que me entretiene, todo está acá”. “Mi vida ha sido producto de una vocación que nació conmigo. De chiquita hacía teatro con muñecas y me pasaba escuchando radioteatros. Esa fue mi vocación. La abogacía fue una elección. Mis padres siempre me impulsaron mucho. Si pudieran ver este momento estarían contentos, siempre me impulsaron a que hiciera cosas”, afirmó.
“El teatro independiente ha sido mi gran vocación. Ha sido muy importante para el teatro uruguayo y para la cultura. El teatro es vida. Eso es lo que imparto cuando doy clases: la necesidad de que se enteren de que ahí está la vida. La vida arriba del escenario, haciendo distintos personajes, y nosotros identificándonos con esa vida. El teatro es una maravilla”, decía la gran acriz y crítica de teatro.