No es un árbol cualquiera: su preservación quedó establecida por la ordenanza municipal N.º 2270, que reconoce su valor histórico luego de más de siete décadas de convivencia con los vecinos.
Según detalla la normativa, el ejemplar fue plantado entre 1950 y 1954 por Miguel Ángel Figueroa, uno de los primeros habitantes de la zona. Figueroa regresó de un viaje al norte con un pequeño plantín, lo depositó en la tierra seca del sur sanjuanino y, sin saberlo, inició una historia que crecería al ritmo del barrio.
La especie, originaria de los bosques secos interandinos del sur de Ecuador y del norte de Perú, logró adaptarse sin dificultad al clima sanjuanino. Con su tronco amarronado cubierto de aguijones cónicos y sus hojas compuestas, el Palo Borracho se volvió parte del paisaje cotidiano, acompañando generaciones enteras de vecinos.
Pero su existencia no siempre estuvo asegurada. En 2023, la empresa ECO Gas pidió su erradicación: las raíces del árbol interferían con las obras de la nueva red de gas natural. La solicitud encendió la alarma en el barrio. Alicia Menéndez, frentista del lugar, se opuso de inmediato y elevó un pedido formal de protección. La Subsecretaría de Ambiente respaldó la resistencia vecinal y, finalmente, sólo se permitió una poda parcial de la raíz.
Aquella pulseada marcó un punto de inflexión. Menéndez, con el apoyo de un relevamiento oficial que demuestra que el árbol supera los 70 años de vida, insistió para que quedara protegido por ley. Para los habitantes de la Villa Yornet, el ejemplar es uno de los más antiguos del departamento y un testigo silencioso de la historia del barrio.
La ordenanza no sólo reconoce su antigüedad: subraya su valor simbólico. En los considerandos se afirma que destacar el árbol “es valorar la identidad del vecindario y del departamento, generando además un atractivo turístico digno de resaltar”.
Así, aquel plantín traído hace más de medio siglo dejó de ser solo un árbol. Hoy es memoria viva, patrimonio barrial y, sobre todo, una declaración: en la Villa Yornet, algunas raíces todavía importan.

