La final de la Copa América entre Argentina y Colombia debió retrasarse casi una hora y media debido a incidentes graves ocurridos en la previa, en el ingreso de los hinchas colombianos. Los incidentes en las bocas de acceso se generaron como consecuencia de una avalancha de hinchas que no tenían localidades y entraron al estadio forzando una de las puertas, saltando molinetes y arrasando a los trabajadores de la seguridad del estadio. Ante el caos generalizado en las distintas puertas, la organización resolvió cerrar algunas de ellas por más una hora, hasta que la seguridad del estadio pudo hacerse con el control de la situación.
Esta situación llevó a que la Conmebol decidiera retrasar el inicio del partido hasta que se solucionara el problema y pudieran ingresar los hinchas.
El aforo de 65.000 personas del estadio Hard Rock de Miami se vio desbordado después de que se abrieran las puertas y accedieran, sin control alguno, miles de fanáticos.