Uruguay cerró con triunfo su segundo amistoso de la gira asiática. La Celeste le ganó 2-1 a Uzbekistán en el estadio Hang Jebat de Malacca, Malasia, tres días después del 1-0 ante República Dominicana en Kuala Lumpur. Con cinco variantes respecto al once anterior, el equipo volvió a mostrar una idea de juego sostenida y varios futbolistas aprovecharon la oportunidad de mostrarse pensando en la Copa del Mundo.
El comienzo fue deslucido. Un corte en la señal satelital dejó sin transmisión los primeros 12 minutos, y el juego, cuando volvió a verse, se mantenía en un ritmo bajo. Uruguay tuvo el control del balón pero sin profundidad, mientras los dirigidos por Fabio Cannavaro se replegaron con orden y un 3-4-3 bien cerrado.
Las primeras aproximaciones celestes llegaron a través de Viñas y Zalazar, aunque sin puntería. La más clara del primer tiempo fue a los 41’: un contragolpe iniciado por Marcelo Saracchi dejó a Kevin Amaro mano a mano, pero su definición, afectada por el mal estado del campo, terminó en manos del arquero Nematov.
El segundo tiempo cambió el desarrollo. Ignacio Laquintana ingresó por Amaro y, en su primera jugada, desbordó por derecha para abrir el partido. Viñas aguantó en el área y asistió a Facundo Torres, que definió con un zurdazo alto al ángulo a los 51 minutos.
A los 60’, tras una jugada de lateral, Viñas volvió a participar pivotando en el área y cedió para Juan Manuel Sanabria, que aumentó la ventaja con un derechazo cruzado.
Con el 2-0, Uruguay controló el trámite desde la posesión y bajó el ritmo en el tramo final. Uzbekistán descontó a los 83’ por intermedio de Jiyanov, tras una falla defensiva, pero la reacción llegó tarde.
El equipo celeste sumó así su segunda victoria consecutiva en la gira asiática, dejó buenas señales colectivas y sigue ajustando nombres y funcionamiento con la mira puesta en el próximo gran objetivo: el Mundial.


Uzbekistán y por la mínima diferencia no es para hacer tanta alharaca, Tacuarembó les hubiera hecho más partido con pasajes más baratos..