La Vertiente Artiguista, sector que integra el presidente del Frente Amplio Fernando Pereira, emitió un documento tras sesionar su ejecutivo, durante la noche del viernes. El mismo tiene como elemento nuclear el referéndum sobre la LUC. La misiva a la que accedió Diario La R, comienza saludando a la militancia. «Militantes y adherentes de la Vertiente, militantes sociales y políticos del Sí», pero también a la «ciudadanía en general».
Expresa su beneplácito para «las ciudadanas y ciudadanos y organizaciones sociales y políticas que impulsaron el recurso de referéndum contra los peores 135 artículos de la LUC». Se saluda al pueblo uruguayo por la «ejemplar jornada cívica del domingo 27, independientemente de la opción que cada quien haya acompañado».
Aduce que «ellas y ellos tomaron en sus manos el destino del país», continua sosteniendo la declaración de la Vertiente Artiguista. En primera instancia por «recolectar las firmas que hicieron posible que ‘“el pueblo decida”’ y luego que la votación del Sí alcanzara ribetes de hazaña».
En un contexto de «absoluta desigualdad de recursos económicos y de ninguneo a la iniciativa se alcanzó primero un hito inédito al reunir 800.000 firmas que habilitaron el ejercicio de democracia directa y luego los 1:065.000 votos para el Sí. No se pudo lograr el objetivo y superar la meta del 50% de los votos válidos para anular la ley. Pero tampoco el No logró reunir el 50% de las voluntades ciudadanas.
Este proceso debe arrojar un aprendizaje y un legado de futuro. La expresión ciudadana del domingo es una plataforma formidable para seguir impulsando los cambios que el país necesita».
Entre la «soberbia» del Gobierno y su ‘»Amarga victoria»‘ expresa la Vertiente
Manifiesta que existen «derrotas que tienen más dignidad que una victoria, para la militancia popular». Inmediatamente acota que el escenario de «virtual empate», se configura como una ‘“amarga victoria”’ para el gobierno. No obstante se aguarda que este «sea leído en todo su significado. Que nunca más un gobierno pueda imponer un programa político de gobierno a través de un procedimiento cuestionable como lo es una Ley de Urgente Consideración».
Sobre el final de la declaración, se hace un pedido al Gobierno de coalición, expresando que «escuche el mensaje de la ciudadanía y deje a un lado la soberbia para retomar el camino del diálogo para empezar a atender de una buena vez los verdaderos problemas de nuestro país: la carestía, el deterioro del poder de compra de trabajadores y jubilados, la insostenible situación de la seguridad pública, el recorte de las políticas sociales, el recorte de la inversión pública, el deterioro de la enseñanza, la salud, la vivienda y tantos otros aspectos en los que hemos retrocedido a partir de 2020».