Partidos de la coalición coinciden en reformular rol de OSE

El Frente Amplio anunció que convocará a un “gran diálogo por el agua”.

Un hecho inusual en año electoral ocurrió este jueves en la mañana en el piso 22 de la Torre 2 en WTC Free Zone. Con matices, los partidos políticos convocados por la Alianza Uruguaya por el Agua (AUA), el Frente Amplio, el Partido Nacional y el Partido Colorado coincidieron en la necesidad de generar una política de Estado en torno a la gestión del recurso hídrico y en reformular el rol de la OSE. El evento denominado “Agua, ambiente y sostenibilidad: Visiones técnicas en año electoral» contó con la participación de Sergio Campos, jefe de División de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Mauro De la Vega, director en Alianza Uruguaya por el Agua. Posteriormente, un panel moderado por la periodista Paula Barquet, abordó distintos aspectos de la temática y tuvo como expositores al subsecretario del Ministerio de Ambiente, Gerardo Amarilla, en representación del Partido Nacional; Andrés Saizar por el Partido Colorado (exdirector de la Dinama, actual asesor del ministro de Ambiente a Alejandro Nario, exdirector de la Dinama (2015-2020) y Verónica Piñeiro por el Frente Amplio, gerenta de gestión ambiental en la Intendencia de Montevideo y vicepresidenta del Frente Amplio. 

La actividad se abrió con las intervenciones de Sergio Campos, por el BID y Mauro De la Vega, director en Alianza Uruguaya por el Agua.

En su intervención, Amarilla destacó la creación del ministerio de Ambiente como una respuesta clara al fortalecimiento institucional e hizo hincapié en que es el Poder Ejecutivo a través del ministerio de Ambiente el conductor de la política nacional de aguas y el que tiene el “liderazgo”, atendiendo lo que dice la academia, la comunidad, y los demás actores involucrados. Destacó el avance del proyecto Arazatí como una alternativa a la cuenca del Santa Lucía y advirtió que Uruguay no podrá sostener el nivel de producción si no tiene un buen plan de riego. Nario por su parte planteó la necesidad de convocar a un “gran diálogo por el agua”. Coincidió con que el Poder Ejecutivo tiene el rol de rectoría, pero advirtió que si estas políticas si no tienen un fuerte sustento de los actores involucrados es muy difícil que puedan perdurar en el tiempo. “No podemos seguir oscilando de crisis en crisis. El Frente Amplio se compromete a hacer un gran diálogo por el agua”, reafirmó.

Agregó que en ese diálogo nacional que impulsa el Frente Amplio tienen que estar los consumidores, los productores, la academia, el sector público, el sector privado, sobre la base de la construcción histórica, de la reforma constitucional de 2004, la ley del agua y la política nacional de agua. Nario admitió que en esta materia ha habido avances pero “no los suficientes” como el país lo necesita y sostuvo que la sociedad reclama este tipo de entendimientos.

“Reingeniería en OSE”

Piñeiro, por su parte, planteó que la reciente crisis hídrica “abre la puerta a la necesidad de definir protocolos de actuación ante este tipo de eventos y que entendemos tienen que quedar por fuera de los costos políticos”.

Saizar, en tanto, dijo que la última crisis hídrica insumió tres años y planteó como central para gestionar la inseguridad hídrica “la gestión de la incertidumbre”.

En ese sentido, planteó que la “inversión más relevante sería la reingeniería de la OSE”. Señaló que “OSE tiene una proporción significativa del agua que potabiliza que no la cobra porque hay pérdidas físicas, hay agua que no se factura y también hay agua que se roba” y agregó que “los proyectos que se hicieron no fueron sostenibles en el tiempo”.

Amarilla por su parte, coincidió con Saizar, “tiene que repensarse la OSE, con algunos matices; lo económico, la OSE no es superavitaria, no se puede asimilar a UTE o Ancap”. Consideró que OSE “se merecería un fuerte respaldo del Estado, con recursos provenientes de Rentas Generales con un impulso importante, en una recapitalización cada tanto tiempo, para que no tenga las excusas de la falta de recursos para hacer inversiones y extender el servicio”.

Arazatí, Casupá

Amarilla defendió también como “estratégico” el proyecto de Arazatí – para construir una planta de agua potable alternativa al río Santa Lucía-, así como otra línea de bombeo independiente a la existente en Aguas Corrientes. También mencionó que hay que encarar la segunda etapa del plan de saneamiento para 61 localidades del interior y 40 plantas de tratamiento. 

Piñeiro en tanto, dijo que en el marco de restricción presupuestal y déficit fiscal actual y una situación social que tiene que ser atendida, en cuanto al agua, se plantea la necesidad de mejorar la capacidad de respaldo frente a sequías, tanto para consumo humano como para la producción. Es necesario, puntualizó, articular una estrategia para el riego que potencie las capacidades productivas del país y la inversión necesaria para construir una represa en Casupá.

Consultada por Barquet sobre si el Frente Amplio gana la elección cual va a ser el destino de Arazatí, Piñeiro señaló que la prioridad para esta fuerza política es la construcción de la represa de Casupá.

4 Comments

  1. La solución del gobierno es simple. Reconociendo tácitamente que puso burros a dirigir las cosas, decide privatizar. Regala los entes a privados, lo que acarrea, por supuesto, baja calidad de agua y suba de tarifas.

  2. El embalse en el Arroyo Casupá puede ser una reserva complementaria, pero no debemos olvidar que está sujeto al mismo riesgo de contingencias que el Santa Lucía Chico. Se trata de otro afluente del Río Santa Lucía, ubicado 50 kilómetros aguas arriba, y si vuelve una sequía como la última se quedará sin agua tanto Casupá como Paso Severino. el proyecto Arazatí, si bien requiere más gastos en tratamiento de las aguas, al ser su fuente el Río de la Plata se torna prácticamente inagotable.

  3. Si es cierto, no hay razon para que exista OSE. Cada departamento y cada ciudad puede gestionar el agua potable y saneamiento como funciona en todos los países del mundo. La version centralista donde la “Metropolis” debe gobernar todos los aspectos de la vida de las personas es perverso y debemos sacarlo de nuestra mente adoctrinada en el centralismo. Todos en el Uruguay, empezando por el interior debemos abandonar el concepto de “ciudad-estado” y tener vision de país integral, desarrollado parejo. No miremos mas a Babilonia como modelo , seamos de verdad la Suiza de America , todos los habitantes somos iguales de capaces de administrarnos, no necesitamos un burócrata a 400 km que nos dirija.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Latest from Nacionales