La Suprema Corte de Justicia ratificó la condena de 25 años de prisión para Jorge “Pajarito” Silveira y Ernesto Rama por seis delitos de privación de libertad, cuatro delitos de abuso de autoridad contra detenidos, cuatro delitos de lesiones graves y un delito de desaparición forzada, en calidad de autores, en el caso de Oscar Tassino. El abogado Juan Cereta señaló que es la primera vez que la Suprema Corte de Justicia reconoce la tipificación del delito de desaparición forzada, conforme al artículo 21 de la ley 18.026 de 2006. Esta ley establece que delitos como la desaparición forzada no proscriben ya que se continúan cometiendo en el tiempo hasta la aparición de los restos del detenido desaparecido.
“Esta era una discusión que existía, que afortunadamente se había saldado a favor de los derechos humanos”, sostuvo el abogado en una entrevista en el programa Lado B de TV Ciudad y agregó: “ahora tenemos la opinión de la Corte,si bien solo tiene eficacia en el caso concreto, en este caso, en el caso de Tassino, no hay más vueltas, la condena es la que hay, de todas maneras”. Ceretta detalló que si bien “no se puede extrapolar esta resolución a otros casos, de todas maneras, cuando la Corte asume una posición de este tipo, en general es una jurisprudencia que se mantiene hasta tanto cambien los miembros de la Corte”.
Óscar Tassino
Óscar Tassino, de 40 años, era empleado público en UTE, dirigente sindical y militante del Partido Comunista. Estaba casado con Disnarda Flores, con quien tenía tres hijos pequeños.
El 19 de julio de 1977, entre las ocho y nueve de la mañana, un grupo de hombres vestidos de civil y fuertemente armados irrumpió en la casa donde Óscar vivía en la clandestinidad junto a compañeros. Al llegar, Óscar fue golpeado y llevado en un auto bajo el mando del coronel Eduardo Ferro. Fue trasladado al Centro Clandestino de Detención y Tortura de La Tablada, entonces base del Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA). Durante años, su esposa y su familia exigieron respuestas sobre su paradero, pero los militares y las autoridades negaron conocer su situación, afirmando que nunca había sido detenido. El caso de su desaparición fue elevado por el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de las Naciones Unidas al gobierno uruguayo el 14 de julio de 1980. En respuesta, el 15 de diciembre del mismo año, el gobierno afirmó que Óscar era buscado por su presunta participación en actividades subversivas.
Testimonios de otros secuestrados en La Tablada revelaron que Óscar fue cruelmente torturado y que muy probablemente murió a causa de una golpiza. En mayo de 1985, poco después de la recuperación de la democracia, su esposa Disnarda denunció su desaparición ante la justicia. El 30 de abril de 2021, el represor Eduardo Ferro fue procesado con prisión por los delitos de secuestro, tortura y desaparición de Óscar. Poco después, el 23 de junio de 2021, Ernesto Ramas y Jorge Silveira fueron procesados como coautores de homicidio especialmente agravado, entre otros crímenes. Sentencia que hoy ratifica la Suprema Corte de Justicia
Ya saldrán los fachos a decir que tienen ojos en la espalda y a defender algo indefendible, como es el secuestro y asesinato por tortura.
Todos los militares subalternos entre 1973 y 1984 son sospechosos, cómplices de torturas , violaciones asesinatos y por lo menos enterradores. Porque un teniente no cava fosas.
Sin duda se trata de otros dos valientes y esforzados defensores de la patria aficionados a secuestrar y torturar a ciudadanos civiles vendados, amordazados y maniatados hasta darles muerte. Estos denodados actos de sacrificio en pro de la patria no son generalmente reconocidos como deben serlo por la sociedad, pobres muchachos.
Me olvidé decir que además mentirosos, lo tenían y lo negaban. Por otra parte en 1977 la subversión ya no existía y los tupamaros estaban todos presos, ahí se dedicaron a cazar pacíficos ciudadanos comunistas como zorro en gallinero.