/

A 40 años del 1º de Mayo de 1983

En plena dictadura, con una sociedad maniatada por el miedo, golpeada por la represión, que lloraba sus muertos, sus presos, los exiliados y hasta hoy, sus ausentes, en ese contexto sucedieron los hechos de un episodio histórico de resistencia del pueblo uruguayo que empujaba hacia el final al período más negro de la historia reciente del país.

Pasaron 40 años de aquel 1º de mayo, miles de personas se congregaron en el entorno del Palacio Legislativo bajo el clamor popular que ya gritaba descarnadamente por democracia y libertad. La llamada “proclama”, este fue el nombre posible para aquel documento, en su lenguaje expresa claramente el contexto en que se realizaba el acto, lo que la censura de la dictadura, ni el operativo represivo montado en el entorno del Palacio Legislativo, ni los francotiradores en los techos, no pudieron acallar fue el canto de la gente, la consigna de “se va acabar…”, que tuvo otras manifestaciones que se han grabado en la memoria colectiva de la resistencia como lo fueron “los cacerolazos”, que abollaron miles de ollas a lo largo y ancho del país.

Vale la pena repasar aquel texto que en ocasiones debía forzar la redacción en la búsqueda de eludir la censura pero sin abandonar el análisis político, económico y social que ese 1º de mayo demandaba y es destacar como los trabajadores organizados nunca fueron doblegados en su espíritu, sus principios y su lucha.

PLENARIO INTERSINDICAL de TRABAJADORES 

MANIFIESTO del 1° de MAYO

I -ESTE ACTO DEL PRIMERO DE MAYO

COMPAÑEROS

Este primero de mayo con la clase obrera y el pueblo en la calle, esta jornada histórica convocada por nuestro movimiento sindical clasista y unitario el día de los trabajadores convertido en palpitante concentración popular, es el resultado de 10 años de lucha por la vida y por los principios de nuestra clase trabajadora.

Estas palabras de obreros a su clase, estas palabras de los trabajadores uruguayos a sus pares de todo el mundo y a todos los pueblos del planeta, son la demostración de la capacidad de resistencia de nuestro pueblo trabajador, de su constante compromiso, permanente e histórica presencia en la vida de nuestro país. Este primero de mayo esperado y reclamado durante 10 años por nuestro pueblo es el triunfo de nuestro insobornable apego intransigente y principista a las banderas de solidaridad, de unidad y de lucha.

Este es un primero de mayo por la libertad, por la democracia, por el trabajo, por la dignidad de la clase trabajadora y es acaso un histórico resumen de la brega del pueblo uruguayo, expresada de mil maneras por su soberanía, por la justicia y por la paz. Es así que los trabajadores saludamos hoy con emoción y con orgullo a todo nuestro pueblo y a todas las fuerzas sociales y políticas que luchan por una salida solidaria y democrática para nuestro país.

Saludamos a la clase obrera internacional y especialmente a todos nuestros hermanos de Latinoamérica con quienes nos unen no sólo los lazos de la sangre y de la lengua sino fundamentalmente una problemática común de todos nuestros pueblos a la que seguramente sabremos enfrentar con dignidad por la senda de la más auténtica unidad de los mismos.

Hace 10 años que los trabajadores uruguayos, por motivos ajenos a nuestra voluntad estamos impedidos de conmemorar como los trabajadores queremos, debemos y tenemos derecho el Día Internacional de los Trabajadores.

Sin embargo el sagrado significado del Primero de Mayo, el contenido de compromiso y de lucha que este día representa para nuestra clase no ha desaparecido, ni se ha perdido nuestra voluntad de recuperar nuestro inalienable derecho conquistado en inolvidables jornadas de movilización popular y reafirmado en estos años con mil expresiones militantes que consagraron definitivamente la continuidad de la lucha de la clase obrera uruguaya más allá de accidentes históricos.

Por todo esto también queremos hacer una referencia especial, un saludo, acaso un apretado abrazo imaginario, una respetuosa recordación a un militante del movimiento obrero uruguayo.

Es un militante sin edad.

Es un militante sin nombre.

Es un compañero que repartió volantes en una fábrica.

Es un trabajador que puso su esfuerzo y su tiempo vital al servicio de la empresa de la unidad y de la lucha de su propia clase por la dignidad y por la libertad.

Los representantes de estas jóvenes —formalmente jóvenes— entidades gremiales que organizan este acto conmemorativo saludan y brindan su histórico homenaje, a los militantes obreros uruguayos de todos los tiempos, a la memoria de los muertos, presentes sin embargo con su espíritu combativo en este acto, a los viejos militantes que honran con su presencia este estrado y este acto, así como a todos aquellos que por razones ajenas a su voluntad no pueden acompañarnos esta tarde.

Este primero de mayo es la reafirmación incuestionable del rol protagónico de los trabajadores en la escena social.

Las grandes mayorías de nuestro pueblo han sabido encontrar las formas de pronunciarse sobre sus aspiraciones.

La voluntad de esas mayorías ha indicado en forma nítida y lo seguirá haciendo en el futuro cada vez con mayor energía, cual es el camino que desean seguir los orientales.

Ese camino de libertad y democracia elegido por nuestro pueblo sólo se construye con la participación de todos los uruguayos.

La clase trabajadora en su más alta y legítima expresión, la organización sindical ha sido postergada una y otra vez, pero los que hoy actúan como protagonistas de esa esperada salida democrática deben comprender que la única fuerza capaz de garantizar que la salida sea auténticamente democrática y popular, de que sea estable y perdurable es la clase trabajadora desde su organización sindical.

La Proclama completa puede encontrarse en https://www.pitcnt.uy/novedades/noticias/item/5399-documento-historico-manifiesto-del-1-de-mayo-de-1983 

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Latest from Sindicales