El político milanés, que nació en 1936 y ha fallecido a los 86 años, había recibido el alta hacía tres semanas tras ser sometido a tratamiento médico. No obstante, ya padecía dolencias cardiacas que lo llevaron a pasar por quirófano en 2016 y a ser hospitalizado en 2020 por una neumonía a causa de la COVID-19. El magnate, que a lo largo de su vida se vio sumido en numerosos escándalos judiciales, comenzó su carrera vendiendo electrodomésticos para pagarse la carrera de Derecho y, desde que puso en marcha sus primeros proyectos a nivel empresarial, ha sido una figura controvertida en el país.
Tras el éxito cosechado en sus primeros pasos en el mundo de los negocios, Berlusconi, que recibió el apodo de ‘Il Cavaliere’ pero tuvo que renunciar a él en 2014, decidió dar el salto a la política, una carrera que le permitió entrar en el Palacio de Chigi en 1994, 2001 y 2008 en lo que ha sido considerado por muchos como una anomalía democrática y un símbolo de la nueva política italiana.
«Yo soy el Jesucristo de la política. Soy una víctima paciente, me sacrifico por todos. Sólo Napoleón hizo más de lo que he hecho». Con estas palabras se dirigió Berlusconi en 2006 a la prensa, unas polémicas declaraciones que se sumaban a la ya larga lista de comentarios controvertidos desde su llegada al poder.
En los años 80 forjó un imperio televisivo que lo consolidó como una de las figuras más influyentes de la política italiana y le permitió concentrar en su persona la mayor fortuna privada del país y el cargo de mayor importancia del Ejecutivo, creando una ‘rara avis’ política que luego sería imitada por otros multimillonarios como el estadounidense Donald Trump.
Maestro del espectáculo, fundó La Cinq, la primera cadena privada gratuita de Francia, que quebró por falta de audiencia, y adquirió acciones de los canales franceses Chain y Cinéma 5. Además, poseía la mayor empresa italiana de publicidad y compró Telecinco en 2002. Su imperio, no obstante, se extiende a la prensa escrita. En los 90, se hizo con la presidencia del grupo Mondadori, se convirtió en editor del periódico ‘La Repubblica’ y de los semanarios ‘L’Espresso’, ‘Epoca’, y ‘Panorama’.
Asimismo, fue propietario y presidente entre 1986 y 2017 del equipo de fútbol AC Milan –del que tuvo que desprenderse muy a su pesar– y, desde 2018, era propietario del Società Sportiva Monza 1912.