La Fiscalía confirma «nuevas líneas de investigación» en el caso de Emanuela Orlandi

La Oficina del Promotor de Justicia del Vaticano (Fiscalía), Alessandro Diddi, ha confirmado "nuevas líneas de investigación" que han sido remitidas a la justicia italiana en el caso de la desaparición de Emanuela Orlandi, hija de un empleado de la Prefectura de la Casa Pontificia del Vaticano, en 1983.

Su padre era un empleado laico de la Santa Sede. Su desaparición ha sido uno de los misterios más mediáticos en Italia del Vaticano, y a lo largo de los años se ha relacionado con todo tipo de teorías.

«En lo que se refiere al asunto Emanuela Orlandi, en los últimos meses esta oficina ha recogido todas las pruebas disponibles en las estructuras del Vaticano y de la Santa Sede, buscando también pruebas a través de conversaciones con los responsables de determinados cargos en el momento de los hechos. Ha procedido al examen del material, confirmando algunas líneas de investigación dignas de ser profundizadas y transmitiendo toda la documentación pertinente, en las últimas semanas, a la Fiscalía de Roma, para que ésta la examine y proceda en la dirección que considere más oportuna», ha informado el Vaticano.

Asimismo, señala que Diddi «continuará sus actividades en este sentido en los próximos meses, cercano al dolor de la familia de Emanuela y consciente del sufrimiento que se siente por la desaparición de un familiar».

El Vaticano decidió reabrir la investigación sobre la desaparición de la hija de 15 años de un empleado del Vaticano, meses después de que un nuevo documental de Netflix pretendiera arrojar nueva luz sobre el caso y semanas después de que su familia pidiera al Parlamento italiano que se hiciera cargo de la causa.

El hermano de la desaparecida, Pietro Orlandi, lucha desde hace años por esclarecer la verdad sobre la desaparición de su hermana. Tras ser escuchado el 11 de abril como informador de los hechos por el promotor de Justicia, fue después invitado a varios programas de televisión, en los que explicó su versión e insinuó que Juan Pablo II estaba relacionado con una presunta red de explotación de menores.

El cardenal Stanislaw Dziwisz, histórico secretario de san Juan Pablo II durante años y el propio Papa Francisco reaccionaron tajantemente ante estas declaraciones. «Un pensamiento a la memoria de san Juan Pablo II -señaló Francisco-, en estos días objeto de suposiciones sin fundamento», dijo el Pontífice desde el balcón del Palacio Apostólico tras el rezo del Regina Coeli el pasado 16 de abril. Posteriormente, Orlandi se retractó de sus palabras pero volvió a criticar la falta de transparencia del Vaticano.

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